España es un país que ha dado a la historia de la literatura universal un importante número de autores de gran renombre ya sea en prosa, en poesía o en teatro. Una disciplina esta última en la que, en el siglo XX, sobresalió una figura de manera especial: la de Alejandro Casona. Autor que, además de en nuestro país, obtuvo gran parte de su éxito en Argentina, donde se exilió durante un tiempo por culpa del estadillo de la Guerra Civil.
En 1934 es cuando este dramaturgo comienza su carrera profesional y lo hace con la publicación de una obra: La sirena varada, que será su trabajo más reconocido y alabado dentro de su bibliografía.
Así, recibiría el Premio Lope de Vega esta representación que gira entorno a la figura de un grupo de hombres y mujeres que viven entre la locura, la realidad y el mundo onírico.
Una locura que también está muy presente en Prohibido suicidarse en primavera. En 1937 fue cuando salió a la luz esta obra, en tres actos, que tiene como escenario la clínica “El hogar del suicida”, donde se encuentran internados diversos personajes tristes y abatidos que desean acabar con su vida. Pero eso cambiará cuando conozcan a dos reporteros que, por una equivocación, llegan al centro.
Falta de cordura, desesperación o insensatez es lo que mueve al protagonista de La barca sin pescador (1945). En ella se narra la historia de Ricardo Jordán, quien decide hacer un pacto con el Diablo que le llevará a conseguir mucho dinero a cambio de asesinar a alguien.
Pero todo se complicará cuando el amor, personificado en el cuerpo de Estela, haga acto de presencia.
Amor y humor a partes iguales
Y es que si hay un sentimiento que mueva el mundo y que nos dé la valentía o la osadía para hacer cualquier cosa por la otra persona ese es el amor. Y así se refleja en Los árboles mueren de pie (1949).
Un trabajo este en el que Casona desarrolla una intrincada trama entorno a la realidad y al engaño, a la mentira y a la verdad, al bien y al mal. El señor Balboa, su esposa y el nieto de ambos son el trío protagonista de la historia.
Temas todos ellos que también dan vida a La tercera palabra que fue publicada en el año 1953. Una obra de teatro en tres actos donde el pilar de la misma es Pablo, un huérfano que acabará teniendo algo más que una simple amistad con su tutora (Marga), con la que además descubrirá cual es esa tercera palabra, además de Dios y Muerte, que da sentido a nuestra existencia: Amor.
El último trabajo que recomendamos leer de Alejandro Casona es Retablo jovial, una pieza donde se recogen cinco de las farsas más breves de este autor caracterizadas, ante todo, por el humor que destilan: Farsa y justicia del Corregidor, Farsa del cornudo apaleado, Entremés del mancebo que casó con mujer brava, Fablilla del secreto bien guardado y Sancho Panza en la Ínsula.
En ellas, en tono cómico, analiza comportamientos y actitudes del ser humano o situaciones nada agradables. Pero lo hace con ironía, con desenfado pues como él dijo una vez: “no hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa”.
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