Las mejores obras de teatro de Miguel de Unamuno

Uno de los autores más importantes de la Literatura española es, sin lugar a dudas, el vasco Miguel de Unamuno. Un escritor que se enmarcó dentro de la llamada Generación del 98, junto a artistas de la talla de Ramón María del Valle-Inclán o Pío Baroja, y que nos ha legado una exquisita bibliografía.

No obstante, aunque cultivó con maestría la novela o el ensayo, en este caso queremos destacar su capacidad como dramaturgo. De ahí que a continuación resaltemos algunas de las mejores obras de teatro que realizó a lo largo de toda su carrera.

Indiscutiblemente uno de los trabajos de este tipo más destacables es el que lleva por título La venda. En el año 1899 fue cuando el citado escritor realizó el mismo que, sin embargo, no se estrenaría en un escenario hasta el año 1913, concretamente en el Teatro Español de Madrid.

En ella se toma como protagonista a María, una joven que sufría ceguera y que ha sido operada para intentar devolverle la vida a sus ojos. Ahora, después de dicha intervención quirúrgica se encuentra con los ojos tapados para que, poco a poco, los mismos se recuperen y puedan ir adaptándose a la luz.

Esa felicidad y esperanza que tiene en ese momento choca poderosamente con la tristeza que tiene su corazón. Y es que su padre se está muriendo.

Aunque la venda que tiene en sus ojos debe ir quitándosela, la joven decide mantenerla pues no es capaz de poder ver a su progenitor en ese momento de decadencia absoluta. Sin embargo, su hermana, Marta, decide actuar y le quita la venda. En ese momento, es cuando el moribundo descubre que su hija María ve y, feliz por ese hecho, muere.

Un acontecimiento este que hará que la protagonista, sintiéndose culpable por el fallecimiento, decida volver a ponerse la venda para no quitársela nunca más.

Dramatismo familiar

De fuerte carga dramática es aquella citada obra de teatro de Miguel de Unamuno y esa es una característica que comparte con otro de los trabajos más relevantes en este género de aquel.

Nos estamos refiriendo al que lleva por título Raquel encadenada, que se escribió en el año 1921 y que se estrenó en 1959.

Una mujer, la que da nombre a la obra, es concretamente la protagonista. Se trata de una fémina que tiene un gran éxito profesional como violinista pero que se encuentra sufriendo mucho a nivel personal. Y es que no sólo no puede tener hijos sino que además su marido, Simón, no desea en absoluto que sea madre pues de esta manera se paralizaría su carrera musical.

Sin embargo, ese instinto maternal que tiene a flor de piel hará que Raquel convenza a su esposo para que le deje cuidar al pequeño (Susín) de un antiguo novio, Aurelio, pues su madre y su mujer respectivamente ha muerto.

Este hecho será el cambio en la vida de la protagonista porque finalmente tendrá el valor para dejar plantado a Simón y marcharse a disfrutar de su propia familia con su ex y con el citado niño. Y todo ello mientras sigue trabajando como violinista.