Uno de los escritores alemanes más interesantes del panorama literario actual es, sin duda alguna, Michael Peinkofer. Y eso se debe, entre otras cosas, a que nos
ofrece una serie de trabajos muy interesantes enmarcados en dos géneros principalmente, la historia y la ciencia ficción. Relatos todos ellos que se definen por su originalidad, por la calidad de su prosa y por lo atractivo de las situaciones y personajes que en ellos aparecen.
Este sería el caso, por ejemplo, de Trece runas que vio la luz en el año 2008. En dicho libro se toma como protagonista al escritor Walter Scott que verá como su ayudante muere en extrañas circunstancias. Un hecho que hará que aquel, junto a su sobrino Quentin, ponga en marcha una investigación para intentar esclarecer el trágico acontecimiento.
En ese proceso se topará con una serie de datos, personajes y tramas que desde luego no le dejarán indiferente. Entre los mismos se halla un secreto que desde hace siglos mantienen oculto los monjes de la abadía de Kelso, la lucha de dos sectas centenarias entre sí con motivo de la edad de la magia y un hecho histórico de gran calado para ese presente: el enfrentamiento entre el rey Roberto I de Escocia y el héroe escocés William Wallace que es conocido como Braveheart.
A partir de ahí entraríamos en un mundo literario donde este autor ha apostado por la creación de una heroína que se convierte en la protagonista absoluta de gran parte de sus trabajos. Nos estamos refiriendo a la arqueóloga Sarah Kincaid.
La heroína de Peinkofer
Muy interesante, cargada de acción y trepidante es la novela titulada La maldición de Thot. En el año 2008 fue también cuando se publicó en España este interesante relato que en un principio nos hace recordar la historia de Jack el Destripador y es que el punto de partida de aquel es la repetición de las acciones de ese asesino.
En el Londres victoriano, y más concretamente en el marginal barrio de Whitechapel se está produciendo una serie de atroces crímenes que está teniendo como víctimas a prostitutas que trabajan en la zona. Junto a los cadáveres de las mismas su verdugo deja un jeroglífico que es conocido como el símbolo de Thot, una antigua divinidad egipcia.
Estos acontecimientos harán que se ponga en marcha una investigación en la que trabajará, después de que sea requerida, la arqueóloga lady Sarah Kincaid. Un proceso de estudio y análisis de pistas para descubrir al culpable de estas muertes que llevará a que aquella tenga que viajar hasta Egipto donde tendrá que enfrentarse con los peligros que entrañan tanto maldiciones divinas como sociedades secretas y posteriores conspiraciones de corte político.
Este personaje citado vuelve a ser la protagonista de otra de las novelas de Michael Peinkofer, nos estamos refiriendo a La llama de Alejandría, de 2010. En dicho libro se cuenta como la joven se marcha a París para asistir a un interesante congreso de arqueología donde un vidente le anunciará que su padre, que se encuentra en una misión secreta para el gobierno británico, está en peligro.
Eso hará que ella decida acudir en su rescate y comience un viaje que le llevará hasta Alejandría donde, junto a su progenitor, iniciará un recorrido por las catacumbas de la ciudad para intentar descubrir qué sucedió con la tan afamada biblioteca que aquella tierra poseía.
Una nueva aventura será la que viva Sarah Kincaid en Las puertas del infierno, de 2011. Y es que en ella tendrá que iniciar la búsqueda del «agua de la vida» si quiere salvar a su novio que está sufriendo una extraña enfermedad que le está llevando a la muerte.
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