Decía hace unos días que la forma en la que nos comunicamos ha cambiado vertiginosamente en los últimos años. El impacto de las nuevas tecnologías en nuestra vida ha sido tan estruendoso que ha modificado lenta pero firmemente nuestra manera no sólo de ver el mundo sino también de interactuar con él.
El lenguaje, decía Wittgenstein, representa una forma de vida y se va modificando a la vez que lo hace la vida. Cada día esta frase se vuelve más cierta y podemos comprobarlo tan sólo mirando a nuestro alrededor.
¿Que nos aportan las plataformas de microblogging?
Las redes sociales son el invento mágico de la era moderna. Twitter es sin duda un espacio donde la micronarrativa ha encontrado difusión y también es la red por excelencia del microblogging, la responsable de que este tipo de escritura haya adquirido una importancia inaudita. Sin duda, de todas las redes, es la más seria; donde mejor se puede clasificar la información y donde aparecen las cosas más relevantes. En Twitter el texto importa tanto como en Facebook las imágenes. Y, para los que adoramos las palabras, es un espacio lleno de posibilidades para compartir ideas, actividades y emociones escritas.
Twittwegrafía es un libro escrito por Mario Tascón y Mar Abad en el que los autores reflexionan en torno a los cambios de la nueva escritura. A través de un análisis profundo del intercambio de mensajes y la forma en la que las personas nos comunicamos, estos autores aseguran que el efecto de las redes es mucho más profundo de lo que parece. Las personas aprendemos, hablamos, amamos y vivimos a través de todo un sistema mediático que nos contiene y enlaza con el resto del mundo de forma constante y simultánea. Es una nueva forma de exposición. Las revueltas ya no se hacen en las plazas, tienen lugar en Twitter, la nueva plaza pública virtual.
También llegan más a fondo, analizando la forma en la que ha cambiado la comunicación, los códigos que se mezclan en la escritura, las abreviaturas, los emoticones, los símbolos; toda una estructura que completa nuestra información. Se trata de una interesante obra que puede ayudarnos a comprender el trasfondo de los cambios que ha vivido el lenguaje durante la última década gracias a la aparición de las redes sociales.
Twitter y literatura
Otro concepto que se ha puesto muy de moda en los últimos años es el de twitteratura. Esto vendría a ser la escritura con fines estéticos que se vale de las redes sociales como medio de difusión. La pregunta más importante que cabe hacerse es: ¿es posible escribir, hacer literatura, en un formato estricto de 140 caracteres? Aquí los apasionados de las letras se dividen en dos grupos: los que consideran a las nuevas tecnologías como una oportunidad maravillosa de explorar nuevas formas de decir, y aquéllos que están convencidos de que la twitteratura no existe y que las redes sociales son simples espacios para difundir noticias pero no para crear arte. Posturas antagónicas si las hay.
La micronarrativa no es una novedad. Es un género que existe desde hace mucho tiempo y que tiene de su parte a autores increíbles, como es el caso de Monterroso. ¿Sabían que el famoso cuento del dinosaurio, que cito más arriba, puede tuitearse? Antes de las redes sociales, antes incluso de otros géneros como la novela, existía la micronarrativa aunque no tenía este nombre. Aforismos, refranes, citas, son diversas formas de este género diminuto.
El auge que este género ha adquirido en las redes sociales responde a las exigencias de esta era, en la que es imprescindible decir la mayor cantidad de cosas posible en la menor cantidad de tiempo. La economía del lenguaje que nos impone la inmediatez, sin duda nos exige que saquemos lo mejor de nosotros mismos para ser capaces de jugar con el lenguaje y transformar un simple mensaje, en una frase irónica o que persiga algún fin estético en particular. En ese sentido, las posibilidades que nos ofrecen las redes sociales, y sobre todo Twitter, a los escritores pueden ser sumamente interesantes.
Si bien no todos tenemos las mismas habilidades para escribir cosas bellas, la posibilidad de jugar con el lenguaje a través de las redes sociales tiene un gran potencial. El gran dilema es si somos o no capaces aprovechar esta herramienta como es debido.
Las plataformas de microblogging ofrecen un espacio para la prolongación de la escritura, aunque no todo lo que en ellas se mueve puede considerarse literatura. No obstante, es interesante valernos de la brevedad y la rapidez de estos nuevos espacios para compartir ideas o noticias y descubrir si somos o no capaces de crear microliteratura. Algunos ya lo hacen. Por ejemplo, mi compañera Verónica Gudiña realiza unas fantásticas entrevistas breves que me parecen un ejemplo acertadísimo de lo que se puede hacer para aprovechar Twitter.
Creo que Twitter puede ser un buen espacio donde explorar nuestras habilidades para la micronarrativa. ¿Qué les parece a ustedes? Pronto les traeré otro texto sobre algunas interesantes redes sociales que pueden interesares a los escritores.
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