Cada año el Centro Cultural Generación del 27 invita a participar de dos concursos internacionales de poesía. Este año ya casi se conocen los ganadores de ambos.
Uno de ellos, el Emilio Prados, ha sido fallado hace dos semanas y el otro, el Generación del 27, será dado a conocer el 30 de octubre en la Sede del centro, en Ollerías 34, en la ciudad de Málaga.
Premio Internacional de Poesía Emilio Prados
La ganadora del Premio Internacional Emilio Prados, en su XIII edición, ha sido Lola Mascarell con su obra «Mientras la luz».
Este premio se encuentra abierto para todos aquellos autores que escriban en español y que no tengan más de 35 años. Tiene una dotación de 6.000 euros que se consideran parte de la paga al autor por las regalías de su libro, cuya publicación corre a cuenta del centro de forma exclusiva.
Como miembros de Jurado se encontraban los poetas Alberto Carpio, Pablo García Baena y Carlos Marzal, quien recibió recientemente el Premio Nacional de Poesía, el director de la editorial Pre-Textos, Manuel Borrás, el director del Centro Cultural, José Antonio Mesa Toré y, como secretaria, María Jesús Bernet Viso.
La obra ha sido escogido de un total de 82 obras y, luego de haberse ubicado entre los 10 poemarios finalistas, ha sido escogida por el jurado para llevarse el Premio.
Desde que se creó, en el año 2000, este premio ha permitido dar a conocer a preciosas voces de la poesía de habla hispana. Algunos de ellos son Alexis Díaz Pimienta, Josep María Rodríguez, Juan Manuel Romero y Rafael Espejo. Cabe mencionar que Lola Mascarell es la primera mujer que consigue este galardón.
La autora y su poesía
Lola Mascarell nació en la ciudad de Valencia, donde da clases de Lengua y Literatura en Valencia y dirige el Taller de Narrativa de la Universidad Politécnica de Valencia. Además ha escrito diversas críticas, reseñas y textos periodísticos para diversos medios de comunicación.
Ha publicado dos obras, la primera en 2010, a través de la editorial Pre-Textos, «Mecánica del Prodigio» (poemario), y la segunda este año, «Palabras en el yunque: memorias de un taller de escritura» (ensayo), publicada por la editorial Cocó.
La autora en una entrevista expresó que su poemario es un intento de apresar ese instante efímero que acontece cuando la luz se hace presente, el paso del tiempo y la irremediable autenticidad de cada momento, que jamás vuelve a tener lugar. Dice:
Cuando se le preguntó qué había motivado la escritura de esta obra expresó que al igual que la poesía, este librito pujaba por salir porque es su forma de contar lo que siente y lo que le pasa; y nadie puede vivir sin compartir sus percepciones del mundo que lo rodea.
Por otro lado, se anima a opinar sobre los medios fugaces de comunicación (Twitter, Facebook, en fin… la comunicación a través de las redes sociales). Dice que considera que éstas no son buenas compañeras de la literatura, porque las letras necesitan tiempo y las nuevas tecnologías lo roban.
Poesía mecánica
Otra de las obras escritas por Lola Mascarell se titula «Mecánica del prodigio», la cual ha sido publicada por Editorial Pre-Textos y es una bonita forma de conocer a esta autora valenciana.
Según he podido leer el apellido de Lola, Mascarell, en Valencia se utiliza para nombrar a los alcatraces, esas aves blancas con las puntas de las alas negras que sobrevuelan las mares sin llegar a adentrarse en la tierra. Y, dicho por personas que realmente la han leído y adoran su estilo poético, Lola parece hacer buen uso de su apellido; produciendo ese efecto de relajación y profundidad con cada una de sus palabras.
A través de esta obra podemos encontrarnos con la música que emana de la lírica de Lola, percibir cómo a través de sus palabras podemos encontrarnos con su mundo, su naturaleza.
Para ella la vida que se engendra en su entorno es bella, parece una poeta de la claridad, sin tintes agrios ni melancólicos, más bien parece gritar contra la tristeza y a favor de la vida de una forma poco común. En su poema «Olivo» dice:
Pero para que se entiendan claramente mis palabras, la suya no es una poesía vana o momentánea, muy por el contrario, es firme y absolutamente honda pero aborda las pérdidas y los recuerdos como diversas formas de mirar en un mismo sentido, hacia el futuro, recordando lo bonito de otros tiempos.
Por eso, al aparecer esa casa familiar, donde el sol invade de luz la existencia, ese espacio que cobijara a toda la familia en otro tiempo y que ahora aparentemente está más callada, lo hace desde una óptica llena de paz.
Una vez más, la poesía nos ha citado en Málaga, para mostrarnos nuevas y hermosas voces. Ahora sólo resta esperar a que salga este poemario de Mascarell para poder saborearlo; mientras, aguardamos también la nueva voz que se dará a conocer el 30, el ganador del Premio Internacional de Poesía Generación del 27.
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