Los mundos infantiles y juveniles de Mónica Rodríguez

En Oviedo fue donde nació la escritora Mónica Rodríguez que ha adquirido gran fama dentro del mundo de la literatura infantil y juvenil gracias a obras que no sólo entretienen a los más pequeños sino que les enseñan a amar la Literatura, a descubrir el mundo y a afrontar el futuro que tienen por delante.

Entre sus libros más significativos se encuentra el que lleva por título La bicicleta de Selva, que se publicó en el año 2010 y que consiguió el Premio Ciudad de Málaga de Literatura Infantil.

Se trata de un relato que toma como protagonista a una niña diferente, la que da título a la narración. Una pequeña que viene de un país distinto al que ahora vive, que tiene la piel azul y que hasta ese momento se ha criado en un lugar donde sólo había arena. Sin embargo, ahora tiene un bien muy preciado: una bicicleta, a pesar de estar vieja y de no tener timbre.

A esta niña la conoceremos en profundidad gracias al narrador, un hombre que durante su infancia vivió una amistad profunda con Selva, que descubrió su pasado, la historia tan interesante que ella tenía a sus espaldas y con la que también vivió aventuras. Así, por ejemplo, se nos cuenta aquella vez que juntos emprendieron un viaje para poder hallar ese desierto que la pequeña añoraba y en el que tenía tantos recuerdos.

Recuerdos todos ellos, los de la protagonista y los del narrador, que se mantienen latentes en la memoria y en el corazón de él que nos acerca ahora, en el presente, a los mismos.

Familias y secretos

Si aquella historia es interesante, emotiva y capaz de llegar al corazón de los lectores también lo es otra de las que dan forma a uno de los libros más relevantes dentro de la bibliografía de Mónica Rodríguez. Nos estamos refiriendo al que lleva por título Los caminos de Pieldeagua, que se publicó en el año 2011.

El Premio Villa de Pozuelo de Alarcón de Literatura de Literatura Infantil y Juvenil fue el que recibió aquel que tiene como protagonista a otra niña, en este caso a una pequeña de doce años llamada Ané.

A esta la conoceremos en un momento de su vida en el que recibe una noticia que la impacta y que la desconcierta por completo. Y es que sus padres le descubren que quien ella pensaba que era su abuelo paterno (Lucas) no lo es. Este fue el hombre que se casó con su abuela Rosita cuando ella ya estaba embarazada.

De esta manera, Ané se queda estupefacta y sorprendida pues se da cuenta de que ha vivido una mentira y de que ha querido a Lucas como su abuelo cuando no lo era en realidad.

Este hecho trastocara la vida de la pequeña pero no será el único y es que ella, en compañía de sus padres, se traslada hasta un pueblo marinero donde vive Martín, su abuelo real. Conocerlo es el objetivo de este viaje y lo que se encontrará será a un anciano muy gruñón y con muy mala salud.

Sin embargo, la niña no sabe el motivo de que sienta tanto rechazo y tanta curiosidad al mismo tiempo por ese nuevo personaje que ha entrado en su vida y del que comenzará a oír todo tipo de habladurías. Así, por ejemplo, llegará a sus oídos que estuvo loco de amor por Rosita y de que en el pasado mató a un hombre.