Sin duda alguna, una de las escritoras leonesas más importantes del siglo XX y XXI ha sido Josefina Aldecoa. Una autora esta que lamentablemente fallecía este 2011 y que ha dejado especial impronta en el ámbito de la educación y la pedagogía donde aportó sus experiencias, conocimientos y consejos.
Pero ella, que en el año 2004 recibió el Premio Castilla y León de las Letras por toda su carrera literaria, también apostó por la ficción y de ello es ejemplo la novela Porque éramos jóvenes que vería la luz en 1986.
Un relato este donde el punto de partida es el fallecimiento de un hombre, al cual el lector conocerá en profundidad gracias a tres personajes: un amigo, su mujer y un antiguo amor. Y más concretamente a través de las cartas que se escribía con ese amor del pasado, de un duro enfrentamiento que vive su esposa con aquella citada amistad y de una investigación que trae consigo el conocimiento de algunos de los hechos más importantes que marcaron la vida del ahora fallecido.
Una tarea de indagación será la que lleve a cabo también la protagonista de El Vergel. En el año 1988 fue cuando Aldecoa publicó este trabajo que toma como figura central a Adriana, una mujer que vive un duro y complejo momento personal en la relación con su esposo.
Y es que el hecho de que aquel desapareciera años atrás durante varios meses y el que acordaran no darse explicaciones de dicho hecho, lo que ha supuesto ha sido originar un punto de inflexión en su matrimonio. Por eso, Adriana no puede vivir tranquila y decide investigar qué fue lo que estuvo haciendo su marido durante aquel tiempo.
Una simple postal de Lanzarote es la pista que posee aquella para empezar a indagar y eso le llevará a la citada isla donde empezará a entrevistarse con un amplio conjunto de personas que le darán una visión totalmente desconocida de la que persona con la que está casada.
Los profesores en las novelas de Aldecoa
Como decíamos al principio de este artículo, Josefina Aldecoa ha ejercido un peso muy importante dentro del ámbito educativo en España gracias a su experiencia transmitida. Un campo este que también utilizó para desarrollar su novela titulada Historia de una maestra que publicó en 1990. En ella se narra la vida de Gabriela, una mujer que consigue su título de profesora en el año 1923 y que, a partir de ese momento, comienza una profesión que la llevará a trabajar en diversas escuelas rurales de todo el país y también incluso en Guinea Ecuatorial.
Hasta el comienzo de la Guerra Civil el lector asiste a las andaduras profesionales de esta fémina idealista que tuvo que enfrentarse a un sinfín de situaciones de diversa índole que tenían como trasfondo o escenariola República o la Revolución de Octubre.
Y precisamente un docente es también el protagonista de El enigma (2000). En concreto el personaje central es Daniel Rivera, un profesor que se encuentra atravesando un duro momento tanto personal como profesional. Por un lado, está viviendo un matrimonio donde no hay amor y por otro laboralmente se halla inmerso en una etapa carente de toda ilusión.
Sin embargo, su vida dará un giro cuando se le ofrezca un contrato temporal para impartir clases en una universidad de Estados Unidos. Y es que allí no sólo volverá a encontrar el interés por su trabajo sino también por el amor pues conocerá a Teresa, una mujer culta en la que verá todo aquello que anhela.
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