Te contamos cómo fue la relación de Louisa May Alcott con el transcendentalismo.
Hoy toca un nuevo capítulo de nuestro ciclo «Literatura salvaje», en el que analizamos textos que han sido importantes en cuanto a su aporte sobre el vínculo entre la cultura y la naturaleza.
En esta ocasión vamos a hablar sobre un libro sumamente importante en lo que respecta a la literatura que vincula escritura y naturaleza. Se trata de Fruitlands. Una experiencia trascendental, de Louisa May Alcott. Trataremos de darte buenas razones para no perderte este libro fascinante.
Quién fue Louisa May Alcott
Louisa May Alcott nació en Germantown, el 29 de noviembre de 1832, en el seno de una familia liberal. Sus padres fueron Abigaill May y Amos Bronson Alcott, pensadores trascendentalistas que apoyaban el abolicionismo y el sufragismo. En ese contexto Louisa creció aprendiendo a pensar y mirar el mundo desde la tolerancia y las ansias de justicia. Louisa y sus hermanas fueron educadas en casa por su propio padre y desarrollaron una mirada crítica sobre el mundo. La vida familiar de los Alcott contaba con visitas privilegiadas. Nathaniel Hawthorne, Margaret Fuller, Henry David Thoreau y Ralph Waldo Emerson solían aparecerse a tomar el té y disfrutar de interesantes debates con ellos.
Cuando Louisa estaba entrando en la adolescencia la familia se mudó a una comuna, con el deseo de vivir en armonía con la naturaleza. Esta experiencia fue sumamente significativa para Louisa, que la describió en detalle en su obra Fruitlands. Una experiencia trascendental. La conciencia y la responsabilidad con respecto a su comunidad la vivió Louisa de forma temprana. A una temprana edad comenzó a realizar diversos trabajos para ayudar en la economía familiar. Primero fue maestra, costurera e institutriz, hasta que comenzó a ganarse la vida como escritora, publicando algunos de sus primeros cuentos en medios de la época.
Durante la Guerra de Secesión fue enfermera en el Hospital de la Unión: de esta experiencia surgió su monumental obra Un cuento de enfermera. A lo largo de su vida Alcott se alió a las diversas luchas por la igualdad y es una de las escritoras más importantes del feminismo estadounidense.
Louisa May Alcott falleció en Boston el 6 de marzo de 1888 a causa de su prolongada exposición al mercurio mientras trabajaba de enfermera. En la actualidad es una de las escritoras más relevantes de la literatura estadounidense y un referente innegable del género juvenil en todo el mundo.
La influencia de la naturaleza en la obra de Alcott
Fruitlands. Una experiencia trascendental es una de las obras más reivindicativas de Louisa May Alcott. En ella cuenta la historia de una familia, los Lamb, en el comienzo de una vida distinta. Han llegado a un territorio nuevo donde están dispuestos a vivir de forma más natural y en armonía con el mundo. La comuna que los recibe practica la filosofía trascendentalista: cultivan sus propios alimentos y persiguen ideales como la virtud y la belleza.
Pero la vida les reserva muchas pruebas; cuando llegue el invierno las palabras y el deseo de una vida distinta se verán en peligro por la crudeza de la región. Es una novela extraordinaria que nos permite comprender la infancia y adolescencia de Louisa May Alcott y acercarnos al pensamiento que abrazaron algunos de los escritores más significativos de la literatura sobre la naturaleza.
En este libro nos mudamos a una comuna utópica. Un grupo de personas con intereses comunes deciden crear una pequeña sociedad que funcione mejor que el mundo del que vienen. Esta organización se basa en la asignación de tareas en función de las capacidades de cada integrante y en la búsqueda de una sociedad justa y pacífica.
Es un libro que mezcla ficción con memoria. A la vez que descubrimos la historia de los Lambs, un trasunto de la familia Alcott, nos internamos en la propia experiencia de Louisa a través de fragmentos de sus diarios escritos durante su infancia en Fruitlands.
Generalmente cuando se piensa en literatura en torno a la relación con la naturaleza nos vienen a la cabeza Thoreau o London; por eso este libro podría ser un verdadero descubrimiento para los amantes de este tipo de literatura, para incorporar en ella a Louisa May Alcott. Las reflexiones de este libro pueden ayudarnos a desarrollar una relación ética con nuestro entorno. Sin lugar a dudas es una lectura extraordinaria que ningún amante de la naturaleza y el pensamiento debería perderse.
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