Te dejo tres recomendaciones poéticas que podrían resultarte interesantes.
Fue Juan Ramón Jiménez quien dijo que cuando se ama, el mundo entero florece, «tiene rumor de primavera». Los que amamos la lectura también experimentamos esas sensaciones cuando nos enfrentamos a un buen libro. La vida parece detenerse, lo sórdido pierde intensidad porque todo lo que sucede es ese instante de lectura: el libro como el único mundo habitable del instante. Las tres lecturas que voy a recomendarte me han provocado esas sensaciones y por eso deseo compartirlas contigo.
«Vivir de oído» de Andrés Neuman (La Bella Varsovia)
Publiqué hace unos días algunas recomendaciones de libros para pensar la locura sin sistema en la que incluí «Patio de locos», un poemario maravilloso de Andrés Neuman que está seguramente entre los libros más hermosos que he leído en mi vida. Hoy vuelvo a su obra, para invitarte a leer su último poemario «Vivir de oído».
Estamos ante un conjunto de poemas que discurren en torno al sentimiento de pérdida, a los cambios de estaciones en la vida y a las posibilidades que por no escoger se van quedando fuera de nuestro alcance en este laberíntico y azaroso asunto que es la existencia.
Escrito con un tono que se aferra al decir aforístico se trata de un libro lleno de preguntas y de luz. Se nota al leerlo el camino recorrido, la capacidad para captar lo inmenso en lo breve. Sobre este tema hay muchos poemas, algunos que incluso se entroncan con una simbología casi superrealista. Neuman ha trabajado con esmero y éxito este tipo de trabajo poético y creo que es una de las cosas que le convierte en uno de los grandes poetas de su generación, por la que vale la pena leerlo. Y éste es un libro maravilloso que nadie debería dejar de leer.
«Tener» de Robin Myers (Kriller 71)
Tengo muchas ganas de publicar la reseña sobre este libro hermoso de Kriller 71. ¡Y será prontísimo! Pero como no puedo esperar he decidido incluirlo en este artículo para empezar a recomendártelo. Se trata de un poemario exquisito que se apoya en un lenguaje cotidiano pero nos atraviesa hasta lo más hondo.
«Tener» es una apuesta por una revisión de la experiencia vital que lleva a una madurez donde el dolor y las heridas del pasado se desbordan y no hay una postura clara frente a la vida, y la muerte. Robin Myers consigue cautivarnos sin recurrir a los clichés; apoyándose en un lenguaje descriptivo, donde las imágenes se suceden sin orden preciso pero con una fuerza imparable.
Entre los poemas descubrimos muchos que recurren a experiencias de la infancia para explicar el presente, para nombrar la pérdida y la distancia desde un presente que no parece del todo confortable. Asimismo, aparece de forma reincidente esa necesidad de nombrar o llamar casa cualquier sitio, ese deseo imposible de esconder de hallar una casa, un lugar donde lo que exista sea nuestro, donde podamos sentirnos parte de algo y nos sintamos dentro de algo.
«Elegías» de Antonio Rodríguez Almodóvar (Libros de la Herida)
Almodóvar es una eminencia. Un autor al que respeto mucho, sobre todo por sus valiosos aportes a la teoría del cuento tradicional. Sus «Cuentos a la luz de la lumbre» y sus ensayos «Hacia una crítica dialéctica» y «Hacia una crítica dialéctica» son libros de referencia para mí. Y hasta hace bien poquito no supe que también era poeta. Gracias a David Eloy Rodríguez, editor de Libros de la Herida, descubrí este libro maravilloso que nos ofrece una mirada llena de cuento, de voz onírica y de luz. Un poemario delicioso, colorido y musical. Sobre él escribiré también muy pronto, pero mientras tanto te animo a leerlo porque realmente merece la pena.
En su último libro, «Elegías», encontramos un conjunto de poemas en torno a la Historia y a la forma en la que se construye nuestra visión del mundo donde la pérdida y el dolor se hallan muy presente, evidentemente. Con la solidez y el pulso poético que le dan la experiencia y la vocación artística, Almodóvar nos ofrece un libro maravilloso en el que encontramos muchísimas frases inolvidables y una mirada interesantísima sobre la poesía. Entre las cosas que cabe señalar, me quedo con la estructura, que sin salirse de la norma provoca en nosotros esa sensación de nostalgia que toda ausencia nos deja. Un libro que te recomiendo muchísimo.
Pronto sacaré reseñas de estos tres poemarios hermosos. Mientras tanto, te invito a leerlos y disfrutarlos, para alcanzar esas emociones que plasmó con tanto acierto Juan Ramón. Seguramente te cautivarán y te permitirán encontrar en las palabras luz y cobijo.
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