Estos días si hay un escritor español que esté de máxima actualidad ese no es otro que el barcelonés Enrique Vila-Matas pues ha sido galardonado con la distinción de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.
Su contribución al mundo de la Literatura en general y concretamente a la gala gracias a obras como París no se acaba nunca (2003), donde cuenta sus primeras andanzas en dicha tierra, ha sido la que le ha valido recibir dicho reconocimiento.
De esta manera, se vuelve a alabar a un escritor que ha legado a sus contemporáneos trabajos de gran calidad como sería el caso, por ejemplo, de El viaje vertical. En el año 1999 fue cuando publicó este libro, premiado con el Rómulo Gallegos de 2001, que nos acerca a la figura de Federico Mayol.
Aquel es un anciano jubilado con un exitoso pasado como político y emprendedor que sufre un revés en su vida pues su esposa decide abandonarlo para buscarse a sí misma cuando están a punto de cumplir sus bodas de oro. Un hecho este que hará que el protagonista, a su avanzada edad, tenga que apoyarse en sus familiares y amigos para emprender una nueva etapa en la que analizará lo que ha sido su vida.
La literatura y Vila-Matas
Otra de las novelas más destacables y afamadas dentro de la trayectoria literaria de Enrique Vila-Matas no es otra que Doctor Pasavento, que llegó al mercado en el año 2005.
El personaje que le da nombre a la narración es el que ejerce como eje central del relato que nos cuenta como aquel es un ferviente admirador del escritor Robert Walser. Precisamente ese ídolo será el que le haga tomar determinadas decisiones en su vida que le llevarán incluso a recorrer algunos de los rincones que fueron fundamentales en la existencia de aquel como sería el caso, por ejemplo, del manicomio donde estuvo ingresado.
A estos dos trabajos mencionados del escritor que nos ocupa sería interesante añadir un tercero que lleva por título El mal de Montano. En el año 2002 fue cuando vio la luz aquel que toma como protagonista a un hombre que está obsesionado completamente por la Literatura, hasta tal punto que incluso llegará a formar parte de una sociedad secreta que se manifiesta absolutamente en contra de quienes rechazan dicho arte de la palabra.
Dicha obsesión, conocida como mal de Montano, será la que determine su vida en la que viajará por el mundo, descubrirá a personas que se convertirán en piezas claves de su existencia y todo ello mientras está escribiendo un trabajo que se encuentra enmarcado a medio camino entre la novela y un diario.
Con este libro citado, Vila-Matas consiguió un importante reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional que se tradujo fundamentalmente en la obtención de diversos galardones relevantes: XX Premio Herralde de Novela, Premio del Círculo de Lectores de Chile, Prix Médicis de Francia, Premio Internacional Ennio Flaiano de Narrativa de Italia o el Premio Nacional de la Crítica en España.
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