3 novelas de amor en el Día de San Valentín

 
 
El amor es uno de los grandes temas de la literatura. A lo largo de la historia, muchísimos autores y autoras han explorado las emociones a través de las relaciones sentimentales. Aunque yo soy un poco cascarrabias, conociendo los gustos de nuestros lectores, he querido preparar un artículo con tres novelas maravillosas que tratan acerca del enamoramiento, del amor y de la necesidad de sentirnos deseados y amados. Espero que te gusten.
 
 

«Jane Eyre», de Charlotte Brontë

Hay una escena de «Jane Eyre» en la que la protagonista se encuentra a solas con Edward Rochester, a quien ama secretamente, en la que se da una conversación inolvidable. Ella, asumiendo que él no podrá jamás enamorarse de ella porque no tiene su nivel socioeconómico, no consigue entender el hilo de sus palabras, lo acusa de estar cerrado por los mandatos sociales pero es ella la que no puede asumir que en el amor no existen barreras. Esa escena es seguramente uno de los grandes momentos de la literatura victoriana.

Si tuviera que escoger una historia de amor entre las novelas victorianas, no tendría muchos problemas. Si bien es cierto que la Austen tiene interesantes historias de relaciones amorosas, en mi caso el lúgubre mundo de las Brontë no tiene competición. Es más, si bien después de las «Cumbres borrascosas» de Emily Brontë es difícil encontrar una historia mejor elaborada donde misterio y pasión están constantemente sacudiéndonos, a la hora de decantarme por una sola historia no lo dudo: «Jane Eyre» de Charlotte Brontë. Aquí también hay misterio y la pasión ocupa un lugar interesante porque está a mitad de camino entre la flagelación y el placer del deseo.

«Noches blancas», de Fiódor Dostoyevski

Si pudiera escoger un sólo libro en la vida creo que sería éste. «Noches blancas» narra el florecimiento de un amor no correspondido entre el narrador, cuyo nombre no se dice, y Nastenka, una joven que está atribulada porque la vida la separa del hombre al que ama. El narrador se acerca a ella y a medida que pasan los días llega a obnubilarse tanto que llega a creer en su propia fantasía. Es muy interesante la forma en la que el gran Dostoyevski plantea los conflictos internos de alguien que por un lado se siente incapacitado para amar, porque nadie le ha mirado de forma amorosa en la vida, pero por el otro siente el deseo y la fuerza poderosa del enamoramiento.

El amor como semilla y como meta. Asimismo, es una novela corta donde no faltan las reflexiones en torno a las relaciones de pareja, a la naturaleza del amor y a su trampa. En las noches rusas (esa noche en que la luz no se apaga jamás del todo) siempre cabe la posibilidad; pero cuando termina la noche, y el día siguiente, la oscuridad arrasa con lo poco de ternura, deseo y posibilidad que hubiera sido posible. Una novela preciosa que nadie debería perderse.

«Escrito en el cuerpo», de Jeanette Winterson

Si bien a simple vista ésta no es precisamente una historia de amor, tiene mucho de eso. Es una exploración de la capacidad para amar y de la distancia que traza en nuestro interior la posibilidad de la pérdida. Una historia extraordinaria que nos deja sin aliento y que puede leerse también como una novela de supervivencia.

El deseo es seguramente el tema principal de esta novela. Pero Jeanette Winterson trabaja sobre él con cierta distancia: con lirismo pero sin dejarse fuera la agridulce condición de la vida. La pasión y la ternura ocupan un lugar importante, pero pueden ser arrolladas por una imagen, una idea, una posibilidad. A través de esta novela podemos encontrar una serie de historias de amor y pasión que han alimentado el miedo en la protagonista, pero también la esperanza. Su vida cambiará para siempre cuando se enamore de Louise, vivirán un romance apasionado, pero la debilidad se asomará al cuerpo de su amada y la protagonista deberá tomar una decisión importante. El cuerpo recuerda, el cuerpo es memoria de caricias, como el lenguaje. Una novela maravillosa que merece mucho la pena leer.