Aunque hubo muchas obras de ese tipo después de El diario de Bridget Jones (1998), de Helen Fielding, esta novela se ha convertido en un referente y en un pilar de lo que se conoce como género chick lit. Se trata de un tipo de literatura que gira en torno a mujeres de treinta y tantos años, independientes, con trabajo fuera de casa y solteras.
Su manera de entender la vida, sus relaciones amorosas o sus sueños son algunos de los temas que se plantean a través de ese género, que tiene a la escritora española Ivanka Taylor como un referente actual. Si aún no has tenido la oportunidad de leer ninguno de sus trabajos, no te pierdas los siguientes:
Amar es mandarlo a la mierda y querer irte con él
Una treinteañera neurótica que se mete siempre donde no le llaman y que habla en muchas ocasiones más de lo necesario. Así es la protagonista, como ella misma se define. Se trata de una joven que se encuentra en un momento vital bastante complicado por muchas razones. Así, sueña con ser la directora de la revista en la que trabaja, pero en la que es consciente que su despido parece inminente.
De la misma manera, tiene como amigo a un gay que siempre quiere tener la razón, su madre es cleptómana y tiene un vecino que está insistentemente detrás de ella para que sea su novia.
A pesar de esas circunstancias hay algo que se ha convertido en su norte y su seña de identidad: no tiene ninguna intención de enamorarse y de dejarse arrastrar por la pasión. Sin embargo, eso pronto cambiará.
Todo se volverá del revés cuando aparezca en escena Serkan, un atractivo hombre de ojos azules que le cautivará y le hará tambalear sus convicciones.
Tierra, trágame y escúpeme en el Caribe
Otra de las novelas del género chick lit que te puede gustar de la autora madrileña Ivanka Taylor es esta otra, que se ha publicado este 2017 al igual que la anterior.
Alba es el personaje central de esta narración. Se trata de una mujer que se ha pasado cinco días sin salir de casa, en pijama, llorando y sin haberse lavado el pelo. Pero para más inri se le acaba la leche de soja y, además, el periodo se le adelanta una semana.
Todo eso le hará mirarse en el espejo. A descubrirse su cara de tristeza, su aspecto desaliñado y unas ojeras inmensas. Esa imagen le llevará a que descubra que corresponde a la de una mujer que, mientras que otra se convierte en el foco en el que se centran las miradas cuando llega a una sala, se encarga de que todo se apague, de que nada brille.
Sin embargo, verse así le lleva a tomar una decisión que no es otra que cambiar. Las cosas no pueden seguir de esa manera. Y es a partir de ahí que comenzará a tomar medidas de diversa índole que, entre otras cosas, conseguirán sacar más de una sonrisa al lector.
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