Uno de los escritores de origen israelí más importantes en estos momentos a nivel internacional es, sin lugar a dudas, Meir Shalev (1948). Buena muestra de eso es que tiene en su haber numerosos reconocimientos (Chiavari, Scrivere, Brenner…) y que sus obras han sido traducidas a más de veinte idiomas diferentes.
Si aún no has tenido oportunidad de leer ninguno de sus libros, te recomendamos que comiences por las que están consideradas novelas claves de su bibliografía:
Por amor a Judit
En el año 2004 fue cuando se publicó en castellano esta narración que nos presenta a una joven llamada Zeide. Esta vive con su madre en un pueblo y el lector conocerá a ambas mujeres así como a sus vecinos y también a los tres hombres que pretenden el amor de la muchacha.
No obstante, llegará un momento en la historia donde la más importante figura será la de la citada progenitora, Judit. Y es que es una fémina independiente, valiente y misteriosa. Lo es porque guarda un secreto realmente importante y enigmático.
¿Conseguirá salir a luz lo que oculta?
El chico de las palomas
En el año 2011 fue, sin embargo, cuando se tradujo al castellano esta otra novela de Meir Shalev, que destaca por combinar a la perfección muerte, amor, humor, humanidad…Todo eso lo consigue a través de la figura de Yair, quien se dedica a reconstruir una historia de amor que ocurrió ni más ni menos que treinta años atrás. Sucedió durante la guerra que vivió Israel en 1948.
En ese momento un joven soldado que combatía en el frente fue herido de manera mortal. Sin embargo, antes de fallecer pudo utilizar una de las palomas que eran enviadas como mensajeras para poder hacerle llegar una nota a la mujer que siempre había amado.
A partir de ese caso, Yair podrá descubrir el poder del amor, la fuerza de los sentimientos y como ese puede incluso tener una vida mucho más allá de la muerte.
Mi abuela rusa y su aspiradora americana
Con tal singular título se presentó en el año 2014 esta otra novela, que se ha convertido en una de las piezas clave de la bibliografía del autor israelí que nos ocupa. Y es que es una de las más autobiográficas, pues toma como escenario su pueblo y como personajes algunos de los miembros de su familia.
Sin lugar a dudas, la protagonista no es otra que la abuela Tonia, una mujer que en 1923 dejó Rusia y viajó hasta Palestina, donde comenzó una nueva vida. Esta ha estado marcada desde siempre por una particularidad: su obsesión por la limpieza. De ahí que no haya permitido que todo el mundo accediera a su pulcra casa y que siempre se piense en ella viéndola con un trapo al hombro.
Pero la vida de Tonia cambió cuando el tío abuelo Yeshayahu, que se marchó a Los Ángeles, le regaló algo inesperado y que le facilitaría su labor constante: una aspiradora americana.
¿Te animas a descubrir el mundo literario de Shalev?
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