Uno de los mejores autores en el campo de los relatos y cuentos del siglo XX es, sin duda alguna, Italo Calvino. Un escritor que se basó en ellos para sustentar una interesante y alabada carrera literaria en la que plasmó un estilo muy personal y unas innegables dotes para jugar con las palabras.
No obstante, hay que subrayar que también cultivó la novela y lo hizo de manera muy brillante. En este sentido, uno de los mejores ejemplos es su primer trabajo titulado El sendero de los nidos de araña que fue publicado en el año 1947.
La Italia de los tiempos de guerra y de la resistencia es la que ejerce como escenario de este relato que gira entorno a la figura de Pin, un chiquillo que se dedica a buscarle clientes a su hermana prostituta.
Sin embargo, su vida dará un giro cuando un día le robe una pistola a un marinero alemán. En ese instante cambiará su presente y también su futuro pues tendrá que hacer frente a un encarcelamiento y seguidamente a una huida de la prisión junto al Lobo Rojo. Una singular figura esta que le hará esconderse en el monte y conocer a personajes tan atípicos como Primo, un hombre misterioso y solitario junto al que vivirá un sinfín de experiencias.
Otra novela muy destacada en la bibliografía de Italo Calvino es El barón rampante que vio la luz en el año 1957.
En los siglos XVII y XVIII es donde transcurre la acción de este libro que toma como protagonista a Cosimo Piovasco, el barón de Rondo. Un niño este, de apenas doce años, que un día decide oponerse a las estrictas normas familiares y se sube a una encina dando a conocer que su objetivo es no bajar nunca de los árboles.
Personajes atípicos
La política siempre fue muy atractiva para el autor que nos ocupa, de ahí que ella fuera el leit-motiv o la base, al menos, de obras tales como La especulación inmobiliaria.
En el año 1957 fue cuando se publicó dicho trabajo en el que se toma como punto de partida las consecuencias que ha traído consigo el fin del fascismo y de la Segunda Guerra Mundial. Más exactamente gira alrededor de la figura de un hombre culto, de letras y de izquierdas que apuesta por emprender un camino en los negocios que no será desde luego de rosas.
Al citar a las novelas más famosas de Italo Calvino no podemos dejar de mencionar el libro de 1979 titulado Si una noche de invierno un viajero.
Un singular título para una narración también atípica que tiene como eje central a un hombre que se caracteriza porque sólo lee los principios de las novelas, todas ellas con un nexo común.
Esa particularidad que posee hará que establezca relaciones con lectoras con las que intercambiará opiniones acerca de dichos trabajos literarios. Entre ellas estarán Ludmilla o Lotaria y también desfilarán alrededor del protagonista figuras como la de un traductor que engaña, un editor o el Director General de los Archivos de la policía.
Personajes todos ellos que, de un modo u otro, están relacionados con la lectura, de la Literatura y de las letras.
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