3 novelas de Fiódor Dostoyevski que pueden leerse en una tarde


Cuando hablamos de novelas clásicas siempre pensamos en el típico novelón de quinientas o seiscientas páginas, sin embargo, existen muchísimas buenas historias de la literatura universal que pueden leerse en una tarde. Historias complejas e interesantes con un doble fondo que nos pueden servir para reflexionar en torno al mundo. Pensando en esos lectores que se agobian un poco cuando ven tomos gordos y los que no se han atrevido a leer a uno de los autores rusos más fascinantes (y me importa un bledo lo que diga Nabokov), les recomiendo aquí 3 novelas de Fiódor Dostoyevski que pueden leerse en una tarde.

1- «Noches blancas»

Esta es una de las novelas más dulces de Fiódor Dostoyevski. Si bien es despreciada por muchos lectores que se aferran al decir filosófico del maestro ruso y reniegan de ella argumentando que Fiódor se ha dejado llevar por un discurso más cursi y una mirada excesivamente romántica de la vida, pienso que bien leída se convierte en una obra extraordinaria. No sólo nos permite pasar un buen rato sino también pensar cómo funciona nuestro sistema afectivo.

Entre los elementos a destacar de esta novela me quedo con la forma en la que entramos en San Petersburgo, en sus largas noches invernales en las que la oscuridad nunca llega. Asimismo, el tono del libro nos permite entrar en lo más profundo del pensamiento del narrador y sentir sus experiencias como propias. No sólo su fascinación por Nastenka, sino también esa sensación de que la vida puede pasar de un segundo a otro de ser la experiencia más interesante jamás soñada a convertirse en un largo camino sin esquinas.

Si no has leído «Noches blancas» te la recomiendo; y si te cuesta concentrarte en la lectura, puedes escoger la edición de Nórdica que seguro te impedirá despegarte del libro: viene con unas ilustraciones de Nicolas Troshinsky que son una maravilla. Te dejo aquí un artículo en el que profundizo en torno a esta novela corto de Dostoyevski.

2- «Memorias del subsuelo»

Si bien no es una novela tan corta, sí que puede leerse en una tarde: contiene unas doscientas páginas absolutamente atrapantes. Es éste un libro al que vuelvo con cierta asiduidad porque hay en él una mirada abatida sobre la vida que sigue dejándome pensando cada vez que lo leo. No existen buenas razones para no leer esta obra de Dostoyevski, sobre todo si te interesa la lectura para pensar(te) en la vida.

«Memorias del subsuelo» no es a simple vista una historia sino más bien el hilo del pensamiento de un hombre que se siente estafado por la experiencia de la existencia; que ha descubierto que ciertos valores que siempre creyó invulnerables como la unidad y la cooperación no son más que una ilusión y que dependiendo de las circunstancias las personas podemos comportarnos de formas contradictorias, convirtiéndonos en criaturas viles y despreciables.

Nadie que desee pensar cómo funcionan nuestros lazos sociales, que desee entender cuáles son las razones por las que la historia se repite y seguimos sin resolver los conflictos más importantes, primitivos y fundamentales, debería dejar de leer esta maravilla de Dostoyevski. Asimismo, creo que esta lectura puede servirnos para entender mejor la base del pensamiento de Dostoyevski, los fundamentos de su obra, quiero decir.

3- «El jugador»

Para muchos, esta novela corta del escritor de «Crimen y castigo» es una de sus grandes obras. En lo que a mí respecta, si bien no es mi favorita siempre he tenido la sensación de que en él se encuentra, y quizás más que en sus demás novelas, el novelista ruso. Ahí está el niño casi abandonado con sus miedos, convertido en un hombre enfermizo y temeroso, con sus miserias y sobre todo, sus búsquedas. Asimismo, es una buena novela para iniciarse en el universo dostoyevskiano ya que sin duda es la más liviana y fácil de leer.

«El jugador» nos presenta a un conjunto de personajes, con sus pulsiones y sus conflictos que intentan llevar adelante sus vidas. De alguna forma, y como no se había hecho antes, Dostoyevski escoge criaturas malformadas o débiles emocionalmente y las coloca en el centro de la escena. Lo hará a lo largo de toda su obra; no le interesan los exitosos sino los quebrados, los despreciados, los que no encajan. ¿Cómo no fascinarse con una mirada díscola y humana?

¡No dejes de leer esta novela de Dostoyevski! Si quieres leer más sobre ella, puedes leer este artículo publicado en nuestro ciclo El Desván de los Libros Perdidos.



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