Uno de los grandes escritores de la historia de la literatura universal es, sin lugar a dudas, el francés Émile Zola (1840 – 1902), que está considerado, además, el padre del movimiento conocido como Naturalismo.
Su bibliografía es muy amplia y es innegable que todas las obras que salieron de su imaginación y que fueron escritas por su pluma merecen ser leídas. No obstante, ahora queremos darte a conocer algunas novelas que consideramos imprescindibles para poder descubrir su manera de entender el arte literario:
La fortuna de los Rougon
En el año 1871 fue cuando se publicó este libro, que viene a ser la primera parte de la saga Los Rougon-Macquart, que se compone de veinte obras.
La historia da comienzo presentando a Adelaida Touque, la hija de unos campesinos que acaba casándose con un jardinero que trabaja para la importante familia Rougon. Con él tiene un hijo, pero pronto enviuda y comienza otra relación con un contrabandista, con el que será madre en dos ocasiones.
El hecho de perder a su último amor hará que la mujer “pierda la cabeza” y todo mientras que uno de sus hijos toma la decisión de casarse por interés para poder alcanzar cierta posición de poder. Mientras que eso sucede una de sus hijas se casa y es feliz al ser madre. El hijo de esta cuando ya sea algo mayor decidirá marcharse a respaldar y a vivir con su abuela, lo que le llevará a conocer a una joven campesina de la que se enamorará.
A partir de ahí la vida de los distintos personajes irá por derroteros muy diferentes. Y es que mientras que unos tienen principios y valores, otros solo se dejan arrastrar por la ambición.
La taberna
La séptima novela que se incluye en la mencionada serie de Émile Zola es esta, que vio la luz en el año 1876 y que podemos decir que fue el primer gran éxito de la carrera del autor francés. Si por algo se caracteriza es por la manera tan certera y sin tapujos que tiene de mostrar la cruda realidad de miles de personas que viven en condiciones lamentables y que sobreviven como pueden.
Toma como protagonista a Gervais, una mujer que está casada con un verdadero vividor, Lantier, que la miente y la engaña de forma constante. No obstante, el colmo será cuando decida abandonarla y la deja sola y con hijos a los que alimentar.
Ella se pondrá a trabajar en todo lo que le va saliendo para poder conseguir que sus hijos tengan todo lo que necesiten. Pasado un tiempo se vuelve a casar, en este caso con Coupeau, que es un antiguo conocido que siempre había estado enamorado de ella.
Ese matrimonio trae a todos alegría y felicidad. Sin embargo, estas duran poco pues él tiene un accidente laboral que le lleva a ir convirtiéndose en un “despojo humano” pues se deja arrastrar por la bebida y por la desolación. Mientras eso sucede, Gervais consigue mantener a su esposo y a la familia abriendo una pequeña tienda, que había sido siempre su sueño.
No obstante, todo se complica aún más cuando vuelve a aparecer en escena Lantier, que pretende reconquistar a la mujer y hundir a su actual marido, del que consigue hacerse amigo. Poco a poco, la degradación será notable en esos personajes, incluida Gervais.
¿Te animas a descubrir estas obras de Zola?
Comentarios1
Émile Zola es un déficit literario que tengo 😉 Tomo nota.
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