Todos aquellos lectores que disfruten con las novelas de aventuras y especialmente con las que transcurren en el mar, deben conocer al escritor inglés Alexander Fullerton (Suffolk 1924 – West Sussex 2008). Se trata de un autor que si por algo destacó en el ámbito de la literatura fue por legar obras donde la historia se centra en la vida y en las misiones de quienes viven a bordo de un barco o de un submarino.
El hecho de haber sido militar, de haber ejercido como soldado en el famoso Queen Elizabeth o incluso, durante la Segunda Guerra Mundial, en el submarino Seadog son algunas de las razones que le llevaron a escribir ese tipo de trabajos. Y es que no sólo en ese ámbito encontró la inspiración sino que además en sus vivencias halló los pilares fundamentales para crear relatos atractivos y conocedores de la realidad del marino.
De entre la bibliografía que realizó, estas son las novelas que consideramos que merece la pena descubrir:
Bautismo de fuego. Nicholas Everard es el protagonista de este relato y es que él, un alférez de navío, cree que ha llegado el momento de realmente demostrar el profesional que es.
Por eso, en plena Primera Guerra Mundial, cuando se ve envuelto en la batalla naval más significativa de la contienda decide dejar patente que no sólo es un hombre valiente sino también una persona capaz de reaccionar ante cualquier adversidad que tenga lugar.
En este caso, desde su posición a bordo del destructor Lanyard respaldará y jugará un papel decisivo en lo que sería el trabajo de la flota británica compuesta por un total de 150 barcos. Asimismo su postura ayudará a ejercer una fuerte ofensiva contra el rival, Alemania.
60 minutos en el infierno. Otro de los trabajos más interesantes de cuantos Alexander Fullerton creó a lo largo de su carrera es este. El libro vuelve a tomar como protagonista a Nicholas Everard, que ahora es el segundo al mando del destructor Mackerel.
A bordo de esa embarcación, vivirá uno de los momentos más trágicos de su carrera. Y es que, en el marco de la Primera Guerra Mundial, aquella nao estará a punto de zozobrar por culpa de la pésima actuación del capitán. Sin embargo, al final todo sale bien gracias a la rápida intervención del personaje central.
Por eso, por el trabajo que realiza, se ve recompensado por la Marina Británica que decide colocarlo al frente de otro destructor. Y así será como se encargará de participar activamente con su tripulación en una misión peligrosa: el ataque al puerto de Zeebrudge, en Bélgica.
Misión en el cuerno de oro. Otra de las aventuras navales más interesantes de cuantas creó el autor inglés que nos ocupa es esta, que, al igual que las anteriores, viene a situarse en lo que sería el transcurso de la Primera Guerra Mundial y toma como protagonista a Everard.
En este caso, se cuenta que los británicos tienen un objetivo claro: detener o acabar con el navío alemán que está a punto de causar un grave perjuicio. Sin embargo, esa no será una tarea nada sencilla ya que la única manera de hacerlo es con un submarino que deberá pasar sin ser visto por el vigiladísimo Estrecho de Dardanelos.
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