Muchos son los autores que se han especializado en novela negra y que han conseguido convertirse en auténticos referentes del género. No obstante, entre todos ellos hay uno que merece especial atención. Nos estamos refiriendo al escritor americano George V. Higgins que plasmó en sus obras todo el conjunto de conocimientos que adquirió durante los años que trabajó en el área de investigación criminal del ministerio público.
Por tal motivo, si te apasionan las novelas policíacas y aún no has tenido oportunidad de disfrutar de ninguno de los trabajos de aquel, te recomendamos que empieces por el libro titulado Mátalos suavemente.
En el año 1974 fue cuando vio la luz aquel que fue uno de los más exitosos de la carrera de esta pluma estadounidense. En concreto, en aquel se toma como protagonista a Jackie Cogan, un sicario de la mafia al que se le encarga que lleve a cabo una investigación para dar con el paradero de los culpables de unos asesinatos cometidos durante una partida de póquer.
De ahí que ponga en marcha toda su sagacidad, inteligencia y contactos para dar con los criminales y vengarse por el acto que cometieron.
A través de esa misión, es como el lector irá conociendo en profundidad los ambientes más sórdidos de la ciudad de Boston durante la década de los años 70. Ambientes en los que se mezclarán tanto mafiosos como abogados corruptos e incluso rateros.
Entre mafia y sobornos
El mundo del hampa es también el eje central de otras de las novelas policíacas más importantes de la bibliografía de George V. Higgins: Los amigos de Eddie Coyle.
En el año 1970 fue cuando se publicó aquel libro que ha sido considerado como uno de los mejores del género negro dentro de la historia de la literatura.
La década de los años 60 es la que se convierte en el escenario de la narración que vuelve a tomar a Boston como escenario de la misma. En este caso, el protagonista es un contrabandista de poca monta que, tras uno de sus chanchullos, ha sido detenido y se enfrenta a tres años de cárcel.
La única solución que tiene para eludir la prisión o reducir la pena es entregarle a la policía a uno de los más importantes delincuentes de la ciudad. Eso le hará plantearse un dilema vital para su existencia mientras de manera paralela comienza a traficar con armas.
A estos dos grandes trabajos del autor tendríamos que añadir un tercero: La rata en llamas, del año 1981.
En este caso, la historia que se cuenta es la del propietario de un edificio en estado casi ruinoso al que los inquilinos le deben una importante suma de dinero pues se niegan a pagar los alquileres si aquel no les arregla las instalaciones.
Este hecho llevará al propietario del inmueble a tomar la decisión de provocar el incendio del mismo para así ponerle fin a todos sus problemas. De ahí que contrate a unos delincuentes para que lleven a cabo aquel y también para que sobornen de la manera más eficaz posible a las autoridades que deberán estudiar luego el caso, para que así no den a conocer que ha sido intencionado.
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