Hay autores que se han convertido en verdaderos referentes dentro del género policíaco y de suspense y también hay otros que, aunque no han logrado alcanzar aún esa categoría, sin lugar a dudas merece la pena que sean tenidos muy en cuenta por la calidad de su prosa, porque sus historias consiguen enganchar desde el primer momento o porque atraen con sus personajes. Y este sería el caso precisamente del escritor salmantino Víctor Sombra Macarrón (1969).
Se trata de una pluma que, tras una andadura profesional dentro del ámbito empresarial como ejecutivo de cuentas, tomó la determinación de compaginar su nuevo trabajo en las Naciones Unidas con la literatura. Y así fue como le dio forma a dos novelas que resultan muy interesantes:
Aquiescencia
En el año 2012 es cuando se publicó esta novela, su ópera prima, que da comienzo en el año 1996 y que viene a contar cómo se están gestando las negociaciones para fijar la legislación a nivel mundial sobre Internet. Y es que se hace necesario legislar al respecto en pro de la seguridad de todos los ciudadanos.
No obstante, sobre un asunto tan importante, a la vez que peliagudo y complicado, surgen planes, tramas e intereses ocultos de unas y otras partes que dificultaran la situación. Y, sobre todo, lo harán las presiones impuestas por los norteamericanos.
Para dar cuenta de todo ello, cobran protagonismo en esta novela desde trampas hasta espías pasando por contrabandistas. Eso sí, también hay tiempo para el amor.
Canje
2014 fue, sin embargo, el año en el que Víctor Sombra Macarrón llevó a cabo la publicación de esta otra novela policíaca que da comienzo un día de septiembre de 2012. En concreto, la trama arranca cuando un cadáver mutilado y completamente desfigurado aparece flotando en un lago de la apacible ciudad de Ginebra.
Como no podía ser de otra manera, se abrirá una investigación para intentar descubrir no solo la identidad de la víctima sino también el responsable de ese crimen y el motivo que le ha llevado a acometerlo. Esto dará pie a que entren en juego una larga lista de personajes que, de uno u otro modo, están implicados con aquel: una ministra de Angola, un policía que está a punto de jubilarse, un viceministro de China, el activista de una ONG preocupada por el cambio climático, un sicario y un ex funcionario que se encuentra enganchado a la heroína.
Todas esas figuras y los avances que se van dando en el caso llevarán a descubrir que detrás de ese asesinato está no solo el declive de algunos regímenes comunistas de la década de los años 80 sino también intereses políticos en torno al medioambiente e incluso el incremento del poder de China así como su buena relación con países africanos ricos en petróleo. Y es que el crimen ha sido por encargo y por intereses múltiples.
¿Qué te parecen estas dos novelas del citado autor de Salamanca? ¿Te animas a descubrir su manera de entender y de desarrollar el género policíaco y de suspense?
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