Phyllis Dorothy James es el nombre que se esconde tras las conocidas siglas literarias de P.D. James. Nos estamos refiriendo a una de las escritoras inglesas más importantes del siglo XX y es que ha conseguido convertirse en un auténtico referente gracias a sus novelas policíacas.
Los amantes de este género literario seguro que tienen el honor y el placer de conocer a esta fémina que es afamada fundamentalmente gracias a los libros que están protagonizados por Adam Dalgliesh, un inspector de policía viudo que se caracteriza por su lógica, su inteligencia y por querer mantener en todo momento oculta su faceta más privada.
Si aún no has tenido la oportunidad de leer alguno de los libros protagonizados por este personaje, te recomendamos que empieces por Un impulso criminal. En el año 1963 fue cuando vio la luz aquella narración que toma como escenario un centro psiquiátrico.
De alto standing es dicho espacio hospitalario al que tendrá que acudir el policía para intentar desentrañar el misterioso caso del asesinato de la administradora, la siempre antipática señora Bolam.
La puesta en marcha de la investigación lo que hará será poner en estado nervioso a distintos personajes. Eso traerá consigo que vayan saliendo a la luz un amplio número de secretos que se mantenían ocultos. ¿Será así cómo se descubrirá el nombre del asesino, que está entre quienes viven y trabajan en el centro?
Misteriosos asesinatos
Una de las historias más atractivas y atrayentes que ha creado la escritora P.D. James a lo largo de su carrera es la que publicó en el año 1967 bajo el título Muertes poco naturales.
En ella se toma como punto de partida el viaje que Adam Dalgliesh realiza a la casa de su tía, el único familiar que le queda. Allí, como viene siendo tradicional, espera disfrutar de unas vacaciones pero pronto se verán afectadas.
Y es que un grupo de amigos de la mujer le pide a él ayuda para dar con el paradero de Maurice Seton, un escritor de novelas policíacas que lleva varios días desaparecido. Por esta razón, el policía comenzará una investigación que pronto tendrá sus primeros frutos. Y es que el cuerpo del desaparecido es encontrado sin vida flotando sobre un bote en el mar.
Habrá dos cosas que sean especialmente llamativas: que le han sido amputadas las dos manos y que el informe forense dictamina que ha fallecido por muerte natural, por sufrir un infarto. Dos pistas que harán que tanto el protagonista como su ayudante tengan que poner en marcha todo su ingenio y perspicacia para descubrir qué es lo que ha sucedido realmente.
La tercera novela de esta pluma británica que queremos darte a conocer por ser especialmente interesante y por estar protagonizada por la figura policíaca que nos ocupa es la que lleva por título Muerte de un forense.
En el año 1977 fue cuando se publicó concretamente este libro que nos cuenta como Edwin Lorrimer, uno de los científicos más importantes dentro del Laboratorio Haggart, es encontrado muerto con el cráneo absolutamente destrozado.
Eso hará que Dalgliesh inicie una investigación para descubrir la identidad del asesino. Pero no lo tendrá fácil pues muchas son las personas que tienen motivos más que suficientes para haberlo matado: el joven Cliff Bradley que se sentía presionado en el trabajo por el fallecido; Domenica schofield que fue su amante y que se sentía acosada por aquel; o Ángela Foley, la prima, con la que mantenía disputas familiares por cuestiones económicas.
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