El verano es una época propicia para zambullirse en jugosas lecturas y descubrir nuevos autores y autoras.
Pensando en esto publico hoy un texto en el que recomiendo a tres escritoras que me parecen una maravilla. Los criterios que he tenido en cuenta son su capacidad para entretener y ofrecernos historias que enganchan y a la vez que nos obligan a pensar el mundo y el futuro. Asimismo he buscado tres mujeres de culturas diferentes y aunque me considero una ignota en materia de teoría puedo dar fe de lo que sí sé: estamos ante tres narrativas absolutamente diversas y vale la pena nutrirse de esa heterogeneidad para mirar el mundo con ojos grandes. ¡No dejes de leerlas!
Joyce Carol Oates
Oates es una autora que me fascina. En ella se funden la crudeza y la ternura y su poder para imaginar historias, desenlaces impredecibles y ubicarnos en un contexto me parece asombrosa; por eso he querido empezar con ella.
Entre sus libros, quiero recomendar uno de sus últimos que es «Desmembrado» (Gatopardo Ediciones): una serie de relatos en torno a la muerte, a diferentes tipos de muerte. Tenemos historias muy entretenidas, a veces tétricas, dependiendo de la susceptibilidad del lector algunos textos podrían provocarle miedo. Pero a la vez, tenemos una voz clara, contundente que se eleva contra las injusticias, que nos hace mirar la forma en la que funcionamos como sociedad y entender ciertos absurdos que tenemos normalizados. La violencia se halla muy presente en sus relatos y eso me gusta.
Creo que todo parte de la violencia y que desde ella se escribió absolutamente todo lo que nos gusta. El tema es no quedarse en ella, aprender a hacer de ella un territorio fértil. Y creo que eso Oates lo consigue como pocas.
Mariana Enríquez
Ahora Mariana está sonando mucho por aquí y eso me alegra. Yo siempre la he visto cerca de Pizarnik y su narrativa me parece que tiene un equilibrado balance entre crueldad, realismo y esperanza. Porque por oscura que parezca su narrativa siempre parece desprenderse de ella un poco de luz.
Sin duda a ningún artista le gusta que recomienden sus primeros trabajos, porque generalmente no están a la altura de los últimos. Sin embargo, releo con fascinación «Bajar es lo peor», la primera novela de Enríquez, y creo que si bien a nivel estético no puede ni competir con «Las cosas que perdimos en el fuego», tiene la fuerza de esas obras clásicas, el entusiasmo y la pulsión de quien se lanza a la pileta a escribir sin pensar en el riesgo que esto conlleva. Me impacta poderosamente esta novela porque es de esas lecturas que te devuelven a las raíces, que te recuerdan por qué lees y escribes y te obligan a sentir en la carne y no sólo en el cerebro la lectura.
Como ensayista, Enríquez tiene un maravilloso libro sobre Silvina Ocampo que también hay que leer: «La hermana menor» (UDP Ediciones).
Emily Nasrallah
Quien haya leído «Pájaros de septiembre», esa novela cruda y vital de Emily Nasrallah sabrá por qué estoy recomendándola. Sin duda es una autora que ha sabido traernos el ritmo de la vida en Oriente a casa, capaz de narrar la guerra y el dolor de la guerra de una forma que nos conmueve profundamente.
Esa primera novela de Emily hay que leerla, sin lugar a dudas, porque en ella narra con absoluta contundencia las consecuencias de la represión en la vida de las mujeres. Se destaca por ser una obra en la que se mezcla la ficción con las memorias y que se halla atravesado por una melancolía que se convertirá en el rasgo fundamental de la narrativa de Nasrallah.
Nasrallah también es autora de «Diario de un gato», sobre la que espero poder escribir muy pronto porque me ha interesado mucho lo que se dice de ella. A modo de fábula, la autora libanesa construye una ficción íntima en medio de una devastada ciudad. Escoge narrar esa realidad desde la piel del gato Ziko, y lo hace a través de una historia que mezcla misticismo y realidad. Además, parece haber una reflexión en torno al trato que reciben los animales en nuestra sociedad, lo cual me ha resultado especialmente interesante. Y aunque aún no haya leído este libro, conociendo la narrativa de Emily estoy segura de que me gustará, así que te recomiendo que no te la pierdas.
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