Nuestra extraña fascinación por las historias de terror

Nuestra extraña fascinación por las historias de terrorEl miedo nos acerca entre nosotros. Sin duda se trata de uno de los sentimientos más fáciles de percibir y que todos poseemos. Sin embargo, algunas personas somos mucho más susceptibles a él; mientras muchos de nuestros amigos pueden ver una peli a oscuras y después dormir tan tranquilos, otros nos pasamos la noche teniendo pesadillas. Siempre me ha llamado muchísimo la atención esa extraña forma que tiene el miedo de manifestarse, y hoy, aprovechando que es Noche de Brujas me he propuesto un texto temático. La pregunta fundamental que intento resolver es por qué pese a ser tan susceptibles a él nos fascinan tanto las historias de miedo.

¿Por qué nos gustan las historias de miedo?

Durante muchísimo tiempo la psicología y la neurociencia han trabajado incansablemente por encontrar una respuesta a esta inquietud. ¿Por qué si somos susceptibles a ciertas situaciones nos sentamos frente a una pantalla o a un libro con el objetivo de asustarnos y de pasarla mal? Mientras muchas de esas respuestas apuntan al carácter neurótico y masoquista de ciertos individuos, hay toda una corriente que defiende los efectos positivos de este sometimiento. Sí, lo hay, aunque parezca extraño.

Cuando tenemos miedo producimos una mayor cantidad de adrenalina y sentimos una intensa sensación de energía que nos provoca un gran bienestar. Esta respuesta sin duda podría adaptarse perfectamente para explicar esa fascinación que sentimos algunos lectores por las obras de Allan Poe, Mary Shelley, M. R. James, Howard Lovecraft, Bram Stoker y Stephen King, entre tantos otros escritores terroríficos.

Ahora bien. ¿Cómo se desarrolla el miedo en nosotros? El miedo es una reacción de nuestro cuerpo ante una amenaza externa. Una alarma que se enciende para mantenernos alerta e impulsarnos a actuar en consecuencia. Su función es buscar nuestra protección ante una situación de peligro.

Un concepto que se ha vuelto muy popular entre los investigadores en la última década es el de circuito del miedo. Hace referencia a los distintos procedimientos que se ejecutan en nuestro cuerpo cuando aparece un estímulo externo que nos provoca miedo. Se trata de un proceso complejo y que ha provocado numerosos dolores de cabeza entre los estudiosos de la mente humana. Un tema fascinante, qué duda cabe.

Cuando nos vemos de improviso enfrentados a una situación extraña, nuestro cuerpo envía una señal a la amígdala (un órgano pequeñito con forma de nuez alojado junto al hipotálamo) que inmediatamente envía una respuesta: sudoración, aumento del ritmo cardíaco; el objetivo de estos cambios fisiológicos es preparar a nuestro cuerpo para la evasión o la huida, a fin de ponernos a salvo de dicho peligro.

En pocas palabras, el miedo podría definirse como una reacción íntimamente ligada a la supervivencia. Así lo define el neurocientífico Wulf Haubensak:

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Nuestra extraña fascinación por las historias de terror

Disfrutar del miedo leyendo

Teniendo en cuenta que el gusto por las historias de terror no responde a una actitud enfermiza sino más bien a un deseo profundo de sentirnos vivos, lo mejor que podemos hacer es aventurarnos con lecturas que nos acerquen al horror y nos permitan disfrutar de largas noches de lectura a la luz de las velas. Quizás podría ser esta Noche de Brujas un buen momento para comenzar a disfrutar de este tipo de libros. ¿No les parece?

Y ¿qué actividades interesan a los lectores en una Noche de Brujas? Pues hay de todo. Algunos lectores con cierta debilidad por el miedo se plantean una noche tenebrosa para el último día de octubre, encerrándose en solitario a leer esas historias que les provocan una alteración absoluta del sistema nervioso y que ponen a trabajar de forma incansable a la amígdala. Otros, un poco más susceptibles, prefieren decantarse por una noche de lectura en compañía de otros lectores apasionados del terror, para equilibrar un poco las sensaciones desagradables con el placer que otorga el encuentro con otras personas.

Otra actividad muy popular entre los amantes de las historias de terror es una noche de cine de miedo. Generalmente los lectores prefieren decantarse por pelis basadas en libros, aunque ya sabes que si lo que quieres es morirte de miedo, lo mejor sería huir de este género porque las adaptaciones generalmente intentan contarte toda la historia y terminan sin haberte contado ninguna. Pero también es cierto que en lo referente a los gustos no hay nada escrito.

Sin duda, esa necesidad de zambullirnos en historias que nos dejen el pulso acelerado y una sensación de intranquilidad, . Dicho esto; ¿quién podría atreverse a declarar que pueda haber algo de nocivo en ello?

Así que, si te gustan los libros de miedo, disfruta de esta Noche de Brujas en compañía de los numerosos personajes tenebrosos que habitan el mundo de las letras.

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