Dentro de la generación de jóvenes autores de España, hay que destacar, sin lugar a dudas, a la escritora vasca María Laura Espido Freire, conocida en el mundo literario como simplemente Espido Freire. Y es que ella ha conseguido aportar frescura, historias llenas de emotividad y, ante todo, relatos que abordan en muchos casos problemáticas de la sociedad actual.
El Premio Planeta en el año 1999, el Premio Ateneo de Sevilla en 2007 o el galardón francés Millepage también en 1999 son algunos de los reconocimientos que ha recibido a lo largo de su trayectoria y que han servido para alabar las aportaciones citadas, y otras muchas más, que ha realizado en el mencionado sector.
Cuentos, ensayos o novelas dan forma a su bibliografía en la que, sin embargo, hay que destacar algunos trabajos por ser considerados imprescindibles y básicos para conocer su manera de entender y de sentir la literatura:
Melocotones helados. El citado Premio Planeta fue el que reconoció la calidad de este libro que toma como protagonista a Elsa.
Aquella es una joven pintora que, por motivos que desconoce, comienza a sufrir una serie de amenazas de muerte. Por ello, asustada e intentado escapar de su acosador, toma la decisión de marcharse una temporada a vivir con su abuelo.
Esa situación le permitirá no sólo realizar una labor de introspección acerca de su existencia sino también descubrir el paralelismo que tiene con una prima, con la que comparte nombre y apellido. Pero no sólo eso, en esos días tendrá la oportunidad de ir destapando, poco a poco, el conjunto de secretos que existen en el seno de su familia.
Quería volar. Uno de los trabajos más importantes de cuantos ha creado la escritora Espido Freire hasta el momento es este, publicado en 2014.
Se trata de un libro de marcado carácter autobiográfico, ya que viene a plantear un problema de salud que ella padeció durante algunos años y que se ha convertido en una lacra en la sociedad actual en la que vivimos: la bulimia.
Sus propias experiencias y las de otros pacientes son las que se desarrollan en este relato, en el que se deja patente la crudeza del citado trastorno de alimentación. El sufrimiento de quienes lo padecen así como las graves consecuencias que tiene para aquellos y para los que se encuentran a su alrededor se convierten en el leit motiv del ensayo, en el que, no obstante, también hay un halo de esperanza.
Palabra de honor. La única obra teatral escrita hasta el momento por la autora que nos ocupa es esta, que se estrenó en el año 2012.
Las relaciones de parejas son las que pasan a ser el núcleo central de aquella, pues se muestran las difíciles situaciones que se generan en el seno de ellas. La dependencia que tienen ambos miembros entre sí o incluso los lazos de poder y sumisión que pueden llegar a tener lugar son los que se abordan para permitir que el público pueda ver en los protagonistas aspectos que forman parte de su propia vida.
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