El 7 de enero de 1938 vino al mundo Roland Topor. Se trata de un artista parisino que consiguió destacar en muchas disciplinas. Así, comenzó a darse a conocer con sus ilustraciones, ejerció como actor, diseñó vestuarios para obras teatrales y, además, escribió. Algo esto último que hizo con gran acierto, lo que permitió que nos legara una interesante colección de obras que se han convertido en un referente para otros muchos autores.
Si aún no has tenido la oportunidad de leer nada de este autor, te recomendamos que empieces por estos libros que están considerados verdaderas joyas de la literatura francesa:
El quimérico inquilino
En el año 1964 fue cuando se procedió a publicar esta novela, la más importante y alabada de su creador. Fue llevada al cine por Roman Polanski y toma como protagonista a un joven parisino llamado Trelkovsky. Este es un muchacho sereno, cauto y muy discreto que da un giro a su vida alquilando un apartamento en la calle Pyrénées.
Y decimos que dará un giro porque la serenidad y la tranquilidad de las que disfrutaba van a evaporarse. Lo harán en el momento en el que empiece a obsesionarse por la misteriosa y trágica desaparición de la antigua inquilina. Eso, unido a los pintorescos vecinos que tiene, hará que pronto empiece a sentir angustia por las continuas visiones que tiene y que pronto irán desvelando quién o qué hay detrás de lo que está sucediendo.
Buena acción
Dentro de la obra Acostarse con la reina y otras delicias, un compendio de relatos, se encuentra este cuento de Roland Topor.
Gira en torno a la figura del anciano señor Scrouge. Un hombre que, en plena noche, no puede conciliar el sueño pues por su mente van apareciendo todas las personas que han formado parte de su vida y, en especial, las mujeres que estuvieron a su lado. Y precisamente el estar despierto será lo que le llevará a oír los gritos de auxilio que le llegan desde el río.
Como es de imaginar, intentará ayudar al varón que ha caído al agua. ¿Conseguirá su objetivo? Eso ya tendrás que leerlo.
Joko´s Aniversary
En el año 1970 fue cuando vio la luz esta otra obra del citado autor francés que es una de las más emblemáticas y alabadas de su bibliografía. En concreto, es un fiel reflejo de su forma de pensar y de vivir. Y es que viene a atacar, mediante el humor negro, a la degradación del ser humano como consecuencia de la sociedad en la que vive.
Todo eso lo muestra a través de la figura de Joko, un hombre este que conocerá a varios personajes de lo más singulares. Debido a la manera de ser y de comportarse de esos, se dejará arrastrar por las circunstancias que le rodean, acabará cometiendo delitos de diversa índole. Y una vez sea consciente de lo que ha hecho no podrá evitar que se le pase por la cabeza el acabar con su propia vida.
¿Qué te parecen las propuestas de Topor?
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