La Literatura en castellano no sólo está conformada por grandes novelas, como Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes, 1605), o hermosos poemas, como Romancero Gitano (Federico García Lorca, 1928), sino que también cuenta con espectaculares obras teatrales. Se trata de trabajos llenos de magia, de historias atractivas y personajes con magnetismo que han conseguido formar parte indisoluble de nuestro acervo cultural
Precisamente en este caso queremos hacer mención a algunas de esas obras realizadas por dramaturgos que se han convertido en clásicos, que han influenciado a autores posteriores y que incluso han llegado a ser fieles reflejos de la Historia:
La Casa de Bernanda Alba
El escritor granadino Federico García Lorca fue quien en 1936 realizó esta tragedia, que tuvo que esperar a 1945 para estrenarse en un teatro. La censura española obligó a esta circunstancia y a que fuera Argentina el primer país donde se puso en escena.
De tres actos se compone la obra, que toma como protagonista a la mujer que le da título. Bernarda Alba es una fémina de 60 años que se ha quedado viuda por segunda vez. Una circunstancia que hace que tome una decisión marcada por las férreas tradiciones y costumbres: durante ocho años vivirá en el más absoluto luto. Pero no sólo ella misma sino todas sus hijas, con las que vive en un cortijo.
Las cinco jóvenes ( Magdalena, Martirio, Angustias, Amelia y Adela) se oponen totalmente a lo que plantea su madre. Sin embargo, dado el fuerte carácter de la misma, se ven abocadas a un enclaustramiento que va en contra de su naturaleza joven y de la edad de casaderas en la que se encuentran. De ahí que tengan lugar todo tipo de enfrentamientos y situaciones que causarán un gran dolor a la familia.
Don Juan Tenorio
1844 fue el año en el que el escritor José Zorrilla presentó esta obra teatral, que se ha convertido en una de las españolas que, en más ocasiones, se ha puesto es escena.
A medio camino entre el drama romántico y el religioso se encuentra el trabajo, que toma como protagonista a Don Juan, un embaucador y “picaflor” que hace una apuesta con un amigo: enamorar a dos mujeres al mismo tiempo, a la novia de su rival y a una novicia llamada Doña Inés.
El galán consigue su propósito. Sin embargo, sucede algo que no esperaba: se enamora perdidamente de la joven religiosa, que ha logrado “raptar” del convento en el que se encontraba. Tales son los sentimientos que experimenta que decide incluso pedir su mano. Pero ese será el principio de una cadena de trágicos hechos que harán que, en este caso, el amor no triunfe como se podría esperar.
La Celestina
Fernando de Rojas parece ser el autor real de esta otra obra teatral, clásica de la Literatura en castellano, que se escribió a principios del siglo XVI.
Tres son los personajes protagonistas de la trágica amor que se plantea. Por un lado, está el joven Calixto, que sentirá fascinación por Melibea, quien lo rechaza inicialmente; la propia Melibea y Celestina, una alcahueta que utilizará todas sus argucias para conseguir que la muchacha caiga a los brazos del enamorado. Y así será, aunque quizás no de la manera esperada por ninguno de los personajes.
Tres obras estas, a las que podrían añadirse muchas más, pero que reflejan la calidad y la magia de la Literatura en castellano.
Comentarios1
A tiempo de aplaudir este bello artículo sobre las importante obras teatrales en el mundo, lastimosamente y por la entrada de internet ya nadie quiere saber de obras teatrales ni de leer libros, todo es internet ahora. Pocos son los autores que se dedican a hacer teatro y cada vez menos escriotres ya quieren escribir, una pena!!! De todos modos felicitaciones al autor de esta publicación. Gracias.
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