Por qué leer «Olvidado rey Gudú» de Ana María Matute

Seguramente hay en la sala muchísimos lectores amantes de la fantasía. Muchos amantes del universo de Tolkien y de los escenarios fantásticos de George R.R. Martin. Sin duda gracias al cine muchas personas se han acercado a la magia de la literatura. Sin embargo, en nuestro idioma también contamos con fabulosas novelas épicas y una de las primeras es Olvidado rey Gudú de Ana María Matute. Una extraordinaria historia que narra la dinastía del Reino de Olar y que nos ofrece una reflexión sobre el paso del tiempo.
¿La has leído? A continuación te damos algunas razones para no perderte ésta que es, para muchos, la gran obra de la Matute.

La historia de una familia maldita

Olvidado rey Gudú cuenta la historia de una familia real a lo largo de varias generaciones y la relación entre las decisiones de unos sobre las vidas de sus descendientes. Es una reflexión sobre la herencia y la manera de encontrar vínculos con el pasado.

La historia comienza cuando el Conde Olar toma posesión de su territorio y lo convierte en su reino. A partir de allí se van narrando las batallas y las peripecias de sus descendientes para mantener esa tierra y conquistar lo que está más allá de sus límites. Sikrosio, Volodioso y Gudú, los tres descendientes de aquel Conde a lo largo de las generaciones, intentarán reinar y mantener viva la memoria de aquel conde. Todos ellos heredaron la fuerza física, la ira contenida y el cabello rojizo. Todos ellos conquistaron y fueron conquistados. Y sólo uno de ellos no supo lo que es el amor.

El personaje que vertebra toda esta historia es Ardid, una niña que al ver cómo su padre y sus hermanos son asesinados cruelmente por Volodioso jura venganza. Esta idea le permitirá sobrevivir al duelo y prepararse junto a su maestro el Hechicero para convertirse en reina de Olar y efectuar su venganza desde dentro. Pero la vida siempre tiene otros planes y las cosas van a torcerse un poco. La presentación y el desarrollo de este personaje es uno de los grandes aciertos de esta novela. La manera en la que el paso del tiempo la va transformando y sus reflexiones y preocupaciones a medida que va envejeciendo se encuentran muy bien narrados.

La fuerza de la narrativa de esta novela no tiene comparación. Nos introducimos en un universo donde la realidad y la fantasía conviven en armonía, donde trasgos y ondinas colaboran con los humanos para llevar a cabo sus objetivos y donde el poder de la fé en la magia puede ser fundamental para salvar el pellejo.

La magia del duende Matute

Se dice que Ana María Matute es un hada, pero yo siempre la he visto como un duende, como un trasgo que habita el subsuelo del lenguaje y es capaz de extraer de él toda su gracia y su color, libar el vino de la palabra para ofrecernos algunas de las historias más inolvidables que hemos leído jamás. Ana María Matute, el duende.

Olvidado rey Gudú es una novela magistral que toca casi todos los temas importantes de la obra de la Matute. El amor, el desconsuelo, la orfandad, la pérdida de la inocencia, la madurez, la muerte. De una forma increíble, consigue trabajar todos estos asuntos peliagudos de fondo, construyendo una realidad verdadera donde la fantasía es cierta y existe, y es parte indivisible de la realidad.

Pocas escritoras han sabido trabajar con la magia de la palabra así. Es muy común que los escritores trabajen la fantasía con cierta distancia, como si no creyeran en ella. En Ana María Matute está totalmente incorporada a la vida, por eso leerla es creer o volver a creer. A través de la lectura avanzamos a través de las emociones de los personajes y de la contundente marca de la herencia en ellos; comprendemos sus miedos, sus celos y su desesperación. Pero sobre todo, ahondamos en los lazos del amor en todo lo que tocamos.

Leer esta novela puede ser una forma fabulosa de recuperar la ilusión y redescubrir el aliento cálido que habita en la palabra, incluso cuando habitamos un mundo que se cae a pedazos. Esta obra descomunal es la confirmación de la Matute como la novelista épica de este país y quizá la más grande en nuestro idioma.