Otras dos recomendaciones literarias (Vallejo y Walsh)

Aunque quienes estaban de vacaciones ya han vuelto a la batalla del día a día y quienes no las tuvimos, seguimos firmes en ella,todos seguiremos leyendo.

La lectura no debe ser un lujo que nos damos cuando no tenemos otra cosa mejor que hacer sino una forma de alimentarnos cada día de nuestra vida.

Por esto, hoy les traigo otras dos recomendaciones literarias. Pero, para cambiar un poco el estilo de artículos  he pensado en presentarles un poemario alucinante y una novela preciosa. Para encarar esta segunda etapa del año con mucha energía y variedad.

Los «Años de indulgencia» de Fernando Vallejo

Admiro muchísimo a Vallejo. No solo porque está dispuesto a decir lo que piensa a cada momento, sin importar las consecuencias; sino porque adora a los animales y porque colabora con su bienestar. A decir verdad, esto es lo que hace que lo admire más. Aunque, no podemos negar que escribe de maravilla.

La novela que voy a recomendarles se llama «Años de indulgencia», con la cual fue merecedor del Premio Rómulo Gallegos en el 2003. Un libro que formó parte de un colección de títulos enmarcados en la denuncia social que recibe el título de «El río del tiempo».

Según la crítica, esta es una de las obras más explosiva y tonificante de toda la literatura hispanoamericana.

Personalmente, creo que goza de una calidad literaria impresionante. Y, a la vez, es una de sus obras que más me hizo llorar y me causó cierta impresión.

Entre los temas que toca Vallejo en esta obra se encuentran la soledad y la homofobia, las cuales parecen retroalimentarse a lo largo de toda la historia.

Lo espeluznante de esta novela es el saber que tiene cierto carácter autobiográfico. Al notar la discriminación puesta en palabras por el que debió sufrirla, aun si no pasaste por lo mismo, te hace sentir empatía. La cual (en mi caso) solo puede expresarse de una forma: el llanto.

Considero que Vallejo es uno de los autores latinoamericanos más comprometidos y que ha sabido plasmar las sórdidas realidades de las minorías de una forma alucinante. Realidades, ya no exclusivas de su sociedad sino presentes a lo largo y ancho de todo el mundo. Al leerlo sabemos que eso mismo ocurrió y a veces continúa ocurriendo en nuestra misma ciudad. Una forma de acercarse a la realidad e intentar leerla con otros ojos… o con los propios, de acuerdo al grado de conexión que podamos tener con los personajes/personas de otras historias.

Un libro que les recomiendo muchísimo, pero también aconsejo leer cuando no estén bajos de defensas, puede ser sumamente doloroso por momentos.

El «Otoño imperdonable» de María Elena Walsh

Cuando leí este poemario por primera vez aún no había entrado en la adolescencia. Me embelesaron sus versos aunque muchas de sus expresiones no podía comprenderlas. Cuando años más tarde volví a leerlo, supe que sería uno de esos libros que me acompañaría siempre. Lo tuve durante años en mi biblioteca y, aunque ahora hace años que no viene físicamente conmigo, muchos de sus versos quedaron pegados a mi memoria.

Lo maravilloso de esta obra es que, dada su profundidad, cuesta entender que Walsh la haya escrito entre los 14 y los 17 años. Una prueba más de lo fabulosa que fue esta autora, a quien no se le supo apreciar lo suficiente. Mucho sí, pero no lo suficiente.

Sus cuentos infantiles son extraordinarios pero a decir verdad, creo que tenía un talento de otro planeta para la poesía, siendo capaz de poner en palabras los sentimientos más escondidos y haciendo un uso del lenguaje envidiable. Y, por supuesto, tampoco hay que dejar fuera de esta descripción la musicalidad, cosa que ya sabemos de sobra tenía esta artista.

«Otoño imperdonable» es un poemario ideal si deseamos reencontrarnos con nuestro lado más sensible; rememorar experiencias del pasado para revisar nuestro presente y, sobre todo, si deseamos disfrutar de uno de los mayores beneficios de la poesía: encontrar significados detrás de las palabras que nunca creímos que pudieran tener.

Una y mil veces se los recomiendo y ya me dirán si no estoy en lo cierto 😉

Para despedirme dejo una frase que de niña me cautivó y aún lo sigue haciendo, en la memoria.

Espero que estas dos obras los cautiven y que disfruten de esta nueva etapa del año acompañados por la mejor de las lecturas.