Palabras parecidas con significados diferentes

Muchas veces olvidamos la importancia que tiene para la buena comunicación el escribir correctamente. De hecho, no nos detenemos ni siquiera a pensar en lo mucho que puede cambiar el olvido de una tilde o de un signo de puntuación el significado de una frase. Y sin embargo, decimos «Puedo llamarte» cuando queremos decir «¿Puedo llamarte?». En el artículo de hoy abordaremos algunos errores comunes en la escritura que dificultan completamente la normal y correcta comunicación.

A continuación algunos ejemplos para mejorar nuestra ortografía.

¿Cómo escribir los diminutivos?

Los diminutivos son palabras que se caracterizan por construirse a partir de un concepto y agregando una terminación que cambia el significado del mismo, ampliándolo. Generalmente sirven para brindarle al significado un matiz de tamaño o para expresar afecto. A veces este significado puede tener una connotación despectiva. Por todo esto se los conoce como palabras con un tipo de derivación apreciativa. Ahora bien, el problema más importante que manifiestan los diminutivos es su escritura, ¿cuándo deben escribirse con «s» y cuándo con «c»?

Aunque la regla es sumamente sencilla no es raro encontrarse con numerosas grafías incorrectas en torno a los diminutivos. Según la norma todas las palabras cuya raíz termina en cualquier letra que no sea «s» deben formar su diminutivo con «c», agregando la terminación -cita o -cito. Ejemplos: camioncito, cablecito, etc.

Aquellas palabras que tienen una raíz terminada en «s» forman su diminutivo con esa misma letra, agregando la terminación -sita o -sito. Ejemplos: casita, pasitos, besito.

Cuando demás está de más

Hay palabras que sinceramente nos marean tanto que terminamos utilizándolas como malamente podemos. Entre algunos de los términos que generan confusión se encuentra el adjetivo demás y la construcción adverbial de más. Mientras que el primero sirve para expresar «otras personas o cosas», el segundo se utiliza como sinónimo de «de sobra».

Como verán, cada uno tiene un significado bien definido que con la regla delante parece inconfundible; no obstante, no es raro que en los medios de comunicación se extravíen sus significados y se termine escribiendo la construcción adverbial con el sentido que a ella le corresponde pero utilizando la grafía del adjetivo, y viceversa.

Tengamos cuidado a la hora de utilizar estas construcciones. La mejor forma de darnos cuenta cuándo se escribe junto y cuándo separado, es detenernos un segundo para recordar el significado que deseamos darle.

Asimismo, así mismo y a sí mismo

Otros conceptos que suelen darnos problema son «Asimismo’, ‘así mismo’ y ‘a sí mismo’. Supongo que a simple vista todos sabemos que cada uno de ellos tiene un significado propio que lo distingue de los otros; no obstante, muchas veces los escribimos de forma incorrecta.

* Cuando se trata de una sola palabra no debe escribirse con acento y su significado es reemplazable por «además» o «también». Ejemplo: «La FAO subrayó asimismo que el alza de los precios del petróleo estimuló los precios de los cultivos agrícolas». Es importante aclarar que, si bien es aceptable escribir este término en dos palabra con este mismo significado, no es del todo aceptable.

* Cuando el término puede reemplazarse por la construcción «de esa misma manera«, debe escribirse separado y con acento en la última sílaba de la primera, así mismo. Ejemplo: «Vente así mismo, que tengo la solución». Un truco para saber si lo estamos escribiendo correctamente es intentar eliminar el «mismo»; si al hacerlo el sentido de la frase queda intacto es que lo hemos hecho correctamente.

* Cuando el sentido de la frase es reflexivo (indica una acción que un sujeto realiza sobre sí mismo en lugar de hacerlo sobre otra persona u objeto) se escribe en tres palabras y con acento en el «sí». Un detalle que caracteriza esta última frase es que el «mismo» puede variar de masculino a femenino dependiendo del género del sujeto al que se refiera la oración; esto no ocurre con los dos ejemplos anteriores. Ejemplo: «Comenzó a decirse a sí mismo que esto era una cosa muy seria». «Se miró al espejo y se dijo a sí misma…»

Dejar no es sinónimo de finalizar

Por último una acepción del verbo dejar que usamos de forma asidua y que no es del todo correcta. Cuando se emplea como sinónimo de causar, originar o producir. Lo mismo vale para los verbos terminar y finalizar con el mismo sentido.

En el diccionario de la lengua española los términos finalizar y terminar como sinónimos de causar no se recogen, dichos verbos son sinónimos en todo caso de concluir y poner fin a algo. En el caso del verbo dejar ocurre lo mismo, y pese a tener varias acepciones ninguna de ellas coincide con este uso. Por tanto, se recomienda evitar siempre el uso de cualquiera de estos verbos como sinónimo de originar o producir.

Y hasta aquí los consejos lingüísticos de hoy, espero que les hayan resultado útiles. No se olviden de pasarse por nuestro Taller Literario donde encontrarán una decena de ayudas para mejorar su escritura.