En estos momentos, dentro del panorama literario italiano si hay que destacar la figura de un escritor esa es la de Paolo Giordano. Un joven autor que con muy pocos trabajos dentro de su carrera ha conseguido convertirse en un referente gracias a la calidad de los mismos y a las historias tan emotivas, profundas e interesantes que ha publicado.
En concreto, el libro que le catapultó a la fama fue su ópera prima: La soledad de los números primos. Una narración esta que le otorgó no sólo el favor del público sino también de la crítica pues consiguió con ella uno de los galardones más importantes dentro del ámbito literario de Italia: el Premio Strega en el año 2008.
Sus compatriotas se rindieron a dicho relato y eso trabajo consigo que se decidiera traducir el mismo a diversos idiomas, logrando también un éxito apabullante.
Mattia y Alice son los dos protagonistas de esta historia de amor y dolor a partes iguales. Ella es una joven que sufre un grave accidente mientras practica esquí y que se encuentra en la misma clase de matemáticas que él. Una figura esta, la masculina, que siempre tiene a su compañera de aula en su mente y que utiliza la mencionada ciencia para dictaminar que ellos dos son como los números primos pues se encuentran perdidos, solos y sin poder llegar a tocarse.
El último trabajo de Paolo Giordano
Si aquella novela fue la que le abrió las puertas del mercado literario el relato que ahora te damos a conocer es el que ha conseguido que se convierta Paolo Giordano en un peso pesado dentro del panorama literario. Este año es cuando ha visto la luz aquella que lleva por título El cuerpo humano.
Un título muy apropiado, sin duda alguna, para una narración que nos acerca a la esencia del ser humano: a sus valores, sus temores, sus experiencias, sus sentimientos o sus sueños.
En concreto, eso se consigue a través de una historia coral que gira en torno a un grupo de soldados que llegan a una de las áreas más peligrosas de Afganistán. Se trata de un conjunto de militares, capitaneados por Antonio René, que afrontan una nueva etapa vital y profesional en sus vidas.
El horror, la culpa y el miedo son algunas de las sensaciones que experimentarán estos voluntarios durante la misión que tienen por delante: cruzar las líneas enemigas. Pero no sólo eso, además esta experiencia cruenta les servirá a todos y cada uno de los personajes protagonistas a aprovechar el tiempo que se encuentran en absoluto silencio para realizar un repaso por los momentos más importantes de su existencia, por todo lo que han vivido hasta entonces, por las personas que forman parte de su día a día o por los objetivos que les gustaría cumplir y aún no han conseguido.
De esta manera, también sacarán a flote sus secretos, los misterios que no querían que nunca se supieran y los conflictos internos que les hacen temblar y temer por ellos y por quienes les rodean.
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