Muchos son los ámbitos con los que la literatura guarda relación, bien porque se inspira en ellos o bien porque la misma ha influido notablemente en los mismos. Y eso es precisamente lo que sucede con la medicina.
En un artículo anterior, te dimos a conocer algunos personajes literarios que han dado nombre a síndromes y a distintas enfermedades. Y ahora lo que pretendemos hacer no es otra cosa que ampliarte esa lista que ya has podido conocer:
Síndrome de Dorian Gray
En el año 1890 fue cuando se publicó, por primera vez, El retrato de Dorian Gray, una obra escrita por Oscar Wilde que se enmarca dentro del género de terror gótico y que gira en torno a un aristócrata guapo y joven que es pintado por un artista llamado Basil. Lo que sucederá es que aquel es capaz de hacer un pacto con el mismísimo diablo para permanecer siempre con el mismo aspecto a pesar del paso del tiempo, pero sí lo hará su rostro que ha quedado reflejado en el lienzo.
Aunque oficialmente no se encuentra establecido como tal el nombre de este síndrome que nos ocupa, sí se usa. En concreto, las personas que lo tienen son individuos que están excesivamente preocupados por su aspecto físico y que no quieren envejecer bajo ningún concepto.
Síndrome de Otelo
1603 fue el año en el que el famoso y alabado escritor inglés William Shakespeare llevó a cabo la publicación de una de las obras insignes de su bibliografía: Otelo. Se trata de una tragedia que toma como personaje central al hombre que le da título, un soldado conocido como Moro que está al servicio de la República de Venecia y que se casa con Desdémona.
El hecho de que nombre como lugarteniente a otra persona y no a Yago hará que este no dude en vengarse a su manera. Así, lo que hará será constantemente hacerle creer al protagonista que su mujer es una adúltera y que está teniendo una aventura con el citado lugarteniente. Es decir, le hace enloquecer de celos hasta que lleva a cabo un crimen.
Las personas que sufren el síndrome de Otelo precisamente son individuos que se llegan a obsesionar con que su pareja les es infiel, aunque no tengan pruebas para demostrarlo o incluso aunque estas no les den la razón.
Síndrome de Pickwick
Entre 1836 y 1837, en varias entregas, fue cuando el escritor Charles Dickens procedió a publicar su primera novela: Los papeles póstumos del Club Pickwick. En la misma se relatan los viajes que varios hombres realizan para poder descubrir singulares hechos y acontecimientos de la vida.
En esa aventura conocerán a personajes de lo más variopinto y entre ellos se encontrará un niño, Joe Pickwich, que destaca por su obesidad, porque está continuamente comiendo y porque se queda dormido por cualquier lugar, dando lugar a ronquidos muy contundentes.
Partiendo de ese personaje se denominó al síndrome de Pickwick, que lo sufren personas con excesivo peso que, debido a ello, tienen problemas para respirar con normalidad, lo que trae consigo no solo que sufran dolores de cabeza sino también somnolencia.
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