Nuevo capítulo del ciclo «Literatura salvaje». Te invitamos a leer «Las letras del bosque» de Javier Morales.
Hoy te traemos otro capítulo a nuestro ciclo «Literatura salvaje».
En esta ocasión vamos a invitarte a leer Las letras del bosque. Textos sobre naturaleza, animales y libros de Javier Morales (Sílex), una obra que es una invitación a acercarnos a la realidad desde otra perspectiva y entender el dolor de los animales para poder responder a la crueldad que la sociedad les provoca. Te animamos a leerlo porque tiene muchísimas ideas inspiradoras y en sus páginas contiene un frondoso y fascinante bosque.
Un libro sobre nuestra relación con la naturaleza
Las letras del bosque de Javier Morales es un ensayo que afronta la relación entre literatura y naturaleza. A través de la obra de numerosos escritores y escritoras que han pensado su relación con el medio ambiente, el autor nos invita a seguir su camino pensando nuestra propia implicación en la ecología. A lo largo de la lectura descubrimos que, además de ser un gran escritor, Morales es un ávido e inteligente lector.
Uno de sus grandes aciertos es que ofrece dos lecturas bien definidas. Por un lado, podría leerse como un gran libro de reseñas y, por el otro, como una crónica de la realidad medioambiental contemporánea. Y para pensar esa relación entre nuestra especie con el planeta hace tres cosas que le aportan al libro una identidad y una autenticidad fabulosa.
En primer lugar, las lecturas que nos propone son interesantísimas. No tira de las típicas recomendaciones en torno a la naturaleza sino que se adentra en una literatura de frontera, poco conocida, donde podemos encontrar ideas renovadoras y útiles, a la vez que descubrir a maravillosos autores y autoras. Hay que señalar que la mayoría de las lecturas propuestas son obras escritas por mujeres. Se agradece muchísimo encontrarse con escritores que leen a Mary Oliver, a Siri Hustvedt y a tantas maravillosas autoras que están ofreciendo nueva perspectiva formal y literaria al mundo del libro.
Por otro lado, Morales nos ofrece datos contundentes respecto a la realidad y a la vida de los animales. Es en ese aspecto un libro riguroso, donde la realidad se plasma de forma cercana aportando datos innegables y contrastados que nos pueden servir para entender la gravedad del asunto, para asumir nuestro grado de responsabilidad no sólo en el deterioro del planeta sino también en la tristeza y el sufrimiento de los animales.
En tercer lugar es un libro que no se queda en el mostrar sino que nos invita a tomar decisiones que cambien nuestra vida. Conseguir reconectar con la naturaleza y apreciar la vida de los demás animales es el primer paso para entender que cuidar el planeta no puede dejarse fuera una mirada a ellos.
Jugando entre el género periodístico y el tono literario, Morales atraviesa los bosques, señala las desapariciones, señala la crueldad contra los demás animales y nos sacude con su lenguaje contundente y su deseo de hacer de éste un mundo mejor. Es una lectura transformadora que nos deja muchísimas reflexiones e ideas sobre las que rumiar y trabajar en nuestro silencio y en nuestro activismo.
El aporte de este libro a la literatura
La valía de un libro se puede establecer si su lectura supone una verdadera revelación en forma y fondo, si al terminarlo nos quedamos pensando y tomamos nuevas decisiones para desarrollar en nuestra vida y si toca temas que no son del todo frecuentes en la literatura o, al menos, lo hace desde una perspectiva novedosa. Estas tres características podemos encontrarlas en Las letras del bosque.
Entre los rasgos más interesantes habría que señalar que nos invita a pensar en la vida de los demás animales, algo que todavía no es tan frecuente en la literatura, donde el eruditismo ha convertido al ser humano en una especie de rey, condenando a los demás habitantes de nuestro entorno a simples figurantes. Por eso este libro es importante.
Morales nos ofrece muchísima información sobre la realidad de la ecología y nos da algunas ideas para cambiar un poco nuestro impacto en el medio ambiente. Creo que puede ser una lectura ideal tanto para quienes deseamos otra realidad para los animales como para aquellos que desean reflexionar sobre ecología social y caminos alternativos de consumo y bienestar.
Además, es una obra sumamente luminosa, pese a que la realidad que nos presente es brutal y en algunos aspectos caótica. La idea de fusionar este pensamiento sobre el estado de la naturaleza y la literatura me parece un acierto grande, que dota al libro de luz y de posibilidades. Sin lugar a dudas es una de esas lecturas a las que deseas volver, para ver qué se te ha escapado y descubrir nuevas reflexiones. Así que, aquí queda esta recomendación, deseando que te animes a visitar ese bosque.
Si te ha gustado este artículo, te invitamos a leer la entrega anterior, sobre Walden, la gran obra de Thoreau.
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