Detalles de la presentación en el Vicerrectorado de Málaga de la novela «Sacramento», de Antonio Soler (Galaxia Gutenberg).
El lunes 22 de noviembre tuvo lugar en Málaga la presentación de la nueva novela de Antonio Soler, Sacramento (Galaxia Gutenberg), en un acto presidido por el D. Juan Antonio García Galindo.
Acompañaron al autor Joan Tarrida (editor de Galaxia Gutenberg) y Salvador Moreno Peralta (arquitecto) Antonio Soler pudimos conocer algunas de las claves de esta novela.
Te contamos sobre eso para invitarte a leer esta extraordinaria novela.
La historia se confiesa
«La presentación de un libro es un acto feliz». Así comienza su intervención el D. Juan Antonio García Galindo, luego de darnos la bienvenida. Y continúa diciendo que es feliz sobre todo cuando se trata de una obra que nos «introduce en la atmósfera de una época que debía ser revelada». La posibilidad de poner en palabras «el secreto a voces mejor guardado» de la ciudad.
La nueva novela de Soler, Sacramento nos presenta la historia del sacerdote Hipólito Lucena que sirvió en la parroquia de Santiago durante los años treinta. Pese a que en su momento fue un personaje fundamental de la vida y el movimiento de la ciudad su nombre ha sido borrado. La razón: sus actos libidinosos que realizaba en el propio suelo de su parroquia. Una marca triste en la historia de la ciudad que se ha intentado ocultar durante años. Sin embargo, todas las mujeres que sufrieron los abusos de poder de Lucena merecen un lugar en la historia. Por eso esta novela es importante. «70 años después es la historia la que se confiesa», concluye García Galindo.
Los riesgos de Sacramento
Joan Tarrida confiesa que había una cierta expectativa con esta novela de Soler, después del éxito de Sur (publicada en esta misma editorial). Aprovecha para agradecerle a María del Mar Peregrín la luminosa idea de la imagen de la cubierta: un cisne blanco con el pico cerrado con una cuerda roja. Dice que aunque se podrían haber elegido muchísimas otras imágenes ninguna habría tenido como ésta la fuerza necesaria: «una imagen capaz de transmitir todo lo que transmite esta novela de Antonio Soler».
Para Tarrida la figura de Soler es misteriosa. Su forma de trabajar silenciosa le produce una enorme admiración. Sobre todo destacada ese empeño por «ponerse en riesgo a sí mismo» en cada nueva novela. No se ajusta a los mismos recursos ya explotados sino que siempre va a buscar nuevos retos. Y aquí «da una vuelta de tuerca, asume nuevos riesgos y, como siempre, sale airoso».
Concluye su intervención animándonos a leer esta magnífica novela «Disfruten porque tienen aquí a uno de los mejores escritor en español de estos momentos».
La gran novela de Antonio Soler
Salvador Moreno Peralta comienza diciendo que Sur es para muchos «la gran novela coral de Málaga» y, continúa, «Sacramento también puede considerarse una obra coral». Una novela en la que encontramos «personajes reales y tremendos». A través de una técnica depurada, Soler construye «un friso, un retablo de la ciudad». Destaca el proceso de descubrimiento del personaje y cómo el autor ha sabido desentrañar sus luces y sus sombras y mostrarlo con inteligencia.
Tenemos a un «Antonio Soler en estado de gracia» mostrándonos «Málaga, una ciudad de tierra quemada». Y en ese escenario nos presenta a Hipólito Lucena, «a la vez santo y abyecto», y lo hace «con inteligencia, hondura y piedad» e intenta presentarnos a través de este hombre una reflexión sobre la condición humana.
Señala dos aspectos preponderantes: la inmersión teológica que Soler demuestra haber hecho y la dualidad del personaje y el entrevero autobiográfico que nos puede sostener en la lectura. Es, dice «la mejor novela de Antonio» y repite que es una novela coral, «como lo han sido todas».
Reflexión sobre el oficio literario
«Yo vivo en su casa, en la casa que Salvador construyó», comienza Antonio Soler. Y dice que desde que son amigos desea también vivir bajo el mismo techo, haciendo referencia a la amplitud intelectual de Moreno Peralta. Agradece sus palabras, su lectura inteligente y la amistad. También tiene palabras generosas para Joan Tarrida: «su sensibilidad y gusto literario y su inteligencia empresarial». Se siente agradecido con toda la editorial, porque sabe que sin ellos si libros serían distinto. «Los libros no los hace uno solo» y mucho menos, agrega, un libro como éste, que se ha ido conformando de testimonios, documentación fotográfica y soplos.
A continuación comparte con nosotros el camino que ha recorrido en compañía de este personaje. Un camino de muchos años que les debe y agradece a Rafael Pérez Estrada y a Rafael Ballesteros que se lo presentaron. También agradece a Pilar Oriente y a Fernando Arcas. «Somos consecuencia (…) Nos hemos nutrido de una cantidad ingente de muchos elementos» y quizá aquí encontremos la naturaleza que nos constituye «lo que hacemos con lo que se nos da», «qué cogemos de ella e incorporamos a nuestro equipaje y qué rechazamos».
Han pasado treinta años desde que en aquel restaurante le hablaron de Lucena, pidiéndole un reportaje. Confiesa que atendió el pedido con recelo, porque no quería ser «la mano que va a tirar una piedra a la Iglesia y sale corriendo». Entendía que aquello no tenía nada que ver con la literatura, «lo que en aquel tiempo entendía que era la literatura». Pero el personaje volvió, a través de anécdotas, de cosas que le iban contando en un «proceso que me ha hecho reflexionar sobre los resortes que nos llevan a escribir». Un proceso a través del cual «Hipólito se impregnó del magma literario del que surgen mis personajes» y «fue calando en ese territorio extraño» hasta poseer la fuerza de un relato.
Soler habla sobre la escritura. Dice que no tiene nada de mística. «Yo voy cada mañana a escribir despojándome por complemento de cualquier atisbo de trascendencia», con humildad pero con decisión. Confiesa que en esta novela el desafío mayor era la multiplicación de géneros literarios. Porque tenemos aquí, un libro de memorias («en las que yo reflexiono sobre el hecho literario»), una crítica («de esa España llena de fantasía política y también literal») y la novela propiamente dicha («Que debía nutrirse de esa maraña de géneros contrapuestos»). Por eso, esta novela planteaba un desafío importante: «La dificultad estaba en hallar el tono» para conseguir que «el libro entero tuviera una pátina que le uniformara». Dice que más allá de la historia del personaje «mucho más me interesaba el hecho literario».
Es una novela que narra «un episodio envuelto en silencio y oscuridad», con «un personaje ambivalente, lleno de contradicción, de luces y tinieblas». Y aclara que no es ésta la historia de «un simple desalmado, sino de alguien mucho más complejo». «El santo y el satánico» las dos caras de una moneda, hechas ambas con el mismo metal. «Esa fusión es lo que he querido contar. La trastienda tenebrosa de un ser humano». Y detrás de la escritura tenía la ambición de que el inmenso mar de la literatura acogiera en su seno este libro», como una gota que pasa a formar parte «de ese mar».
La invitación está hecha. Sacramento es una novela que no hemos leído antes y que, seguramente, muchos de nosotros volveremos a leer con la misma fascinación del primer día.
Comentarios1
Muy interesante
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