Presentaciones en Bolivia

Durante la primera quincena de octubre tuve el gran placer de presentar mi último libro de poesía, Majar las Rosas, en un país bello y acogedor, como sus gentes: Bolivia.

Majar las Rosas es doblemente un libro de poesía, por los poemas y por las fotografías que acompañan a los mismos, realizadas por un alma sensible, la de Juan Murillo Dencker. Fue Juan quien organizó todas las presentaciones, que en total fueron tres:

El día 7 de octubre en la Embajada de España, en La Paz, el día 9 de octubre en la Feria del Libro de Cochabamba y el día 15 de octubre en el AECID de Santa Cruz de la Sierra.

La presentación en la Embajada de España fue un recital conjunto de poesía en el que participamos cuatro poetas: Mónica Velasquez, Premio Nacional de Poesía de Bolivia, que leyó poemas de su libro premiado Hija de Medea, la poeta Montserrat Fernandez, la poeta Elvira Espejo, que leyó poemas en quechua y aymara, y la que suscribe. Intervine dos veces, la primera para leer poemas de Majar las Rosas y la segunda para leer poemas en català de mis amigos poetas Josep Civit i Mateu y Cinta Mulet Grau. Gracias a Juan había mucha gente, y el público resistió el frío. La lluvia aguantó hasta el final del recital. Recitar mis poemas en la Embajada de España fue importante para mí tanto poética como personalmente. La niña humillada y asustada que fui, que creció sintiendo que no tenía derecho a nada, se vio con sus poemas delante de un montón de gente, en un sitio oficial, en un acto formal. ¿La niña se sintió «alguien»? Simplemente, una mujer.

Mi presentación preferida fue la de la Feria del Libro de Cochabamba. Fue un verdadero placer participar en ella. El director, Marcelo Paz Soldán, es un hombre atento y amable. Allí participamos el amigo y novelista Homero Carvalho, que vino expresamente para la presentación desde Santa Cruz de la Sierra, Juan Murillo Dencker, que habló sobre la relación poética entre poesía y fotografía y por último intervine yo, hablando un poco sobre cómo me inicié en la lectura y leyendo poemas de Majar las Rosas. El mejor halago me lo hicieron al día siguiente: una poeta que compró mi libro me dijo que había llorado. El ambiente de la Feria del Libro de Cochabamba era muy acogedor, nada parecida a los manejos editoriales de los best sellers, de esas Ferias enormes que parecen supermercados con productos que quieren vender más y mejor, independientemente de la calidad literaria de la obra. L@s adolescentes me pedían autógrafos y se hacían fotos conmigo, y conocí gente realmente estupenda y amante de las letras. Lletraferits, como decimos en català.

La presentación que culminó el ciclo fue en Santa Cruz de la Sierra. Fue la última y fue donde el público era más abundante, ligeramente más de cien personas acudieron a la cita.

Allí las fotografías de Juan Murillo Dencker quedaron expuestas durante el acto, y un audiovisual iba mostrando el libro en una pantalla (también en Cochabamba). Primero habló Homero Carvalho, después Juan Murillo, después yo, que conté cómo nos habíamos conocido y hablé también sobre la pasión amorosa – que es el tema de Majar las Rosas – y cerró el acto la poeta Gigia Talarico, recitando poemas amorosos, como respuesta poética.

Lo más importante para mí fueron l@s nuevos lector@s de la poesía que escribo. En menos de diez días, un montón de gente había escuchado los poemas, había comprado el libro. Eso nunca se lo podré pagar – y no me refiero a lo material – a Juan Murillo Decker. Mi deuda con él es eterna.



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