Mi pueblo lee. Una propuesta interesantísima de cultura en zonas rurales

Mi pueblo lee es una propuesta que realiza festivales de literatura en zonas rurales. ¡No deberías desconocerla!

Hurgar en los vestigios de la difusión lectora es una de mis mayores pasiones. Porque cuando descubro proyectos que han ido germinando desde el silencio pero el buen hacer, vuelvo a confiar en este mundo extraño que pisamos. «Mi pueblo lee» es uno de esos proyectos que me han entusiasmado y que quiero recomendarte aquí.

Una propuesta de difusión lectora

Desarrollar en el mundo rural un festival literario es un desafío complicado; no obstante, que merece muchísimo la pena y brinda oportunidades imprescindibles a los niños y jóvenes que viven en esos entornos.

La lectura ofrece una ventana al mundo. Al de afuera pero también al mundo interior. A través de ella podemos percibir cómo viven los demás pero también comprender con palabras qué sentimos y cómo vivimos nosotros. Y es, desde mi forma de entender la vida, el único camino posible para mejorar nuestras circunstancias.

Sin libros no hay posibilidad de pensamiento. Por eso, negarle a todo un pueblo la cultura es un acto terrible, es asumir que por su circunstancia geográfica no merecen lo mismo que los que viven en la ciudad. Un desastre que, cada tanto, se intenta subsanar. Ya lo hace en Andalucía el proyecto del CAL y el Centro Cultural Generación del 27, que llevan poesía y música a diversos pueblos. Mi pueblo lee es una propuesta similar.

Uno de los puntos fuertes de este proyecto es conseguir involucrar a los jóvenes. Hacer de la literatura una actividad atractiva capaz de traernos la felicidad. Sin duda, una propuesta bellísima que nadie debería dejar de conocer.

La cultura para todos

Mi pueblo lee es una asociación cultural sin ánimo de lucro que organiza festivales a lo largo de diversos pueblos de España, llevando la cultura a los sitios más recónditos y, generalmente, olvidados por los grandes festivales.

A través de estos encuentros, fomentan la lectura en los pueblos, crean una dinámica de encuentro y debate público y ofrecen un dinamismo a la vida institucional de estos lugares.

Gracias a su trabajo, han podido tejer una gran tela de relaciones culturales, donde la colaboración y la visibilidad de la vida en los pueblos lucha contra esta realidad en la que la visibilidad está puesta en las capitales.

El origen data de 2016. Cuando Maribel Medina supo de boca de la bibliotecaria de Almoradiel que para participar de cualquier evento debían desplazarse a la ciudad, decidió pensar en algo. Así nació el festival Almoradiel Lee, que ya ha tenido cuatro ediciones. Un evento que ha reunido al pueblo entero para disfrutar de encuentros con escritores tales como Rosa Montero, Marta Sanz, Fernando Marías, Marcelo Luján y Nacho Abad, entre muchos otros.

«Si este proyecto ha sido un éxito rotundo, ¿por qué no exportarlo a otros pueblos?» Esta pregunta floreció inevitablemente entre los creadores de «Mi pueblo lee». Poco a poco la idea fue exportada a otros pueblos, con el objetivo de democratizar el acercamiento a la literatura. Sin duda, un proyecto fascinante y necesario.

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Esta frase de Miguel Delibes es el sello de un proyecto imprescindible. El silenciamiento de las necesidades de los pueblos es un mal todavía por extinguir. La idea de que en estos lugares hay otros intereses y que, la cultura no es uno de ellos, tan falsa, tan basada en clichés clasistas, sigue presente. Por eso son necesarios este tipo de proyectos. «Mi pueblo lee» viene a confirmar que el problema lo tienen los que controlan la circulación de ofertas en el terreno cultural y no los pueblos. Ojalá que, poco a poco, sea una iniciativa que llegue a todos los rincones y nos permita tener un país más equilibrado en igualdad de oportunidades y opciones culturales.

No queremos pueblos mudos. Queremos un mundo donde los libros circulen, lleguen a los rincones más alejados y hagan florecer allí la primavera que llevan escondida.



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