Los dos puntos. Usos más comunes (I)

Primera parte de tres artículos sobre el uso de los dos puntos.


Como venimos haciendo desde hace un tiempo, repasaremos hoy la utilidad de uno de los signos de puntuación.

En esta ocasión, el protagonismo lo tienen los dos puntos. Te invitamos a leer los capítulos anteriores en los que hablamos sobre la coma, el punto y coma y los puntos suspensivos.

¿Para qué sirven los dos puntos?

Los dos puntos pertenecen a un tipo de signo que se conoce con el nombre de delimitador; que son aquellos que sirven para delimitar unidades sintácticas estableciendo jerarquías o relaciones entre las diversas partes de un enunciado.

Los dos puntos, escritos uno sobre el otro, :, son un signo de puntuación que sirve para introducir una pausa enfática en el discurso, consiguiendo así llamar la atención del interlocutor. Es una pausa más breve que el punto y seguido, pero más duradera que la de la coma.

Cuando estamos leyendo y de pronto nos encontramos con el signo «:» entendemos que la frase que le sigue será una consecuencia o conclusión de lo que acabamos de leer. Para leerla correctamente debemos hacer un descenso en el tono. Esta es una buena forma de entender la utilidad y el carácter único y necesario de este signo en nuestra comunicación escrita.

Al igual que el punto y coma, los dos puntos sirven para brindar más información sobre algo, haciendo primero una pausa para captar la atención del interlocutor. Es decir, es un signo que sirven para introducir una frase que ofrece al interlocutor una aclaración, que puede ser una consecuencia, explicación o conclusión, sobre aquello de lo que se está hablando.

Los dos puntos deben escribirse sin dejar espacio entre ellos y la palabra que les antecede, y dejando un espacio después de ellos y antes de la siguiente palabra o signo.

Respecto a la grafía: cuando después del punto tenemos el encabezado de un mensaje o una cita, la primera palabra se escribirá con inicial mayúscula. En el caso de que exista un vínculo semántico entre lo que le sigue y la frase anterior, después de los dos puntos se usará inicial minúscula.

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Los usos comunes de los dos puntos

Los dos puntos pueden utilizarse de dos formas bien diversas: para usos lingüísticos o no lingüísticos.

Los usos lingüísticos pueden ser varios pero, en síntesis, la función de los dos puntos es la de generar una pausa enfática en el enunciado. En estos casos, los dos puntos pueden servir para introducir una aclaración o conclusión en una frase, para enumerar o para citar textualmente. En oraciones yuxtapuestas, por otro lado, sirven para conectar dos partes de la oración prescindiendo de conectores. También en el terreno de los documentos jurídicos y administrativos tienen su propia utilidad.

Se denominan como usos no lingüísticos la utilización de los dos puntos en el terreno de las matemáticas, para mediciones u operaciones. Los dos más comunes son:

* para separar las horas de los minutos, a la hora de expresar una hora específica. En este caso, entre los dos puntos y las cifras numéricas no debe dejarse un espacio.

* para indicar una división en una expresión matemática. En este caso, entre los dos puntos y las cifras que relaciona, se debe dejar sendos espacios de separación. El uso de los dos puntos puede ser reemplazado en estas situaciones por la barra (/) o por el signo de división (÷).

Volviendo a los usos lingüísticos, que son los que más nos interesan, podríamos aclarar que, dependiendo del contexto, a veces los dos puntos son más apropiados que otros signos de puntuación. Pero por ahora, vamos a dejarlo aquí. Si quieres conocer más en detalle el uso que puede tener este signo de puntuación, te invitamos a pasarte mañana por aquí, donde explicaremos más en detalle las formas de usar este signo, con ejemplos luminosos para entender mejor la teoría.



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