Los dos puntos. Usos más comunes (II)

Continuando con el artículo de ayer sobre los dos puntos, vamos a ver hoy los usos lingüísticos de este signo.

Este artículo se suma a un ciclo en el que vamos repasando los diversos signos de puntuación, sus usos más frecuentes y sus usos incorrectos. Puedes leer las publicaciones realizadas sobre la coma, el punto y coma y los puntos suspensivos. También te invitamos a leer el capítulo anterior sobre los dos puntos.

Usos lingüísticos de los dos puntos

Este signo de puntuación es sumamente útil para otorgar énfasis y variedad al discurso, pero debemos saber utilizarlo. A continuación te mostramos en qué situaciones pueden utilizarse para enriquecer el discurso.

En una pausa enfática

En algunas situaciones en las que intuitivamente escribiríamos una coma ‘,’ podemos utilizar los dos puntos para darle más peso a nuestra frase. En aquellas expresiones que usamos como hilo introductorio a una afirmación, como pueden ser «ahora bien»; «esto es», «en conclusión»… podemos utilizar los dos puntos para representar una pausa mayor que la coma y otorgarle mayor énfasis a la frase siguiente.

La razón por la que a veces es conveniente utilizar dos puntos en lugar de coma es que se acentúa la pausa provocando una mayor expectación en el interlocutor.

Este uso también sirve para conectar oraciones que están relacionadas, aunque no compartan un vínculo semántico. Así, se pueden establecer relaciones de causa-efecto sin necesitar de un nexo u otro conector.

Antes de escribir una cita textual

Cuando queremos introducir en el discurso una cita textual usaremos expresiones introductorias tales como «declarar», «afirmar», «responder»… previamente. Seguidamente podemos utilizar los dos puntos, y escribir la frase entre comillas y con inicial mayúscula.

Antecediendo enumeraciones explicativas

También se usan los dos puntos antes de presentar una enumeración explicativa, que sirve para aclarar mejor la afirmación que le antecede.

Aquí tenemos un tipo de estructura que funciona del mismo modo invirtiendo sus partes. Es decir: podemos colocar primero la enumeración y luego señalar la idea que contiene a ese conjunto. En ambos casos, después de los dos puntos se escribirá la palabra en minúscula, a no ser que se trate de un nombre propio. Dejamos dos ejemplos que pueden servir para entenderlo mejor.

En el encabezado de cartas

También los dos puntos se utilizan después de las fórmulas de encabezado de cartas y documentos.

Es importante recordar que, después de dicha fórmula y de los dos puntos, se comienza la frase con inicial mayúscula.

En este punto debemos hacer una aclaración. En las últimas décadas se ha extendido mucho el uso de la coma después del encabezado, pero es un error. Se trata de un anglicismo que tenemos que tratar de evitar.

En textos jurídicos o administrativos

El uso de los dos puntos es muy frecuente en documentos o planillas que deben cumplimentarse. Detrás de los conceptos generales, se escriben dos puntos dejando el espacio para que rellene la persona indicada.

También son muy utilizados en el terreno jurídico. Después de los verbos comunes de documentos oficiales se utiliza este signo de puntuación para presentar los objetivos de dicho escrito. Los verbos, asimismo se escriben en letras mayúsculas y, después de los dos puntos se escribe inicial mayúscula y en párrafo aparte; tal como vemos en este ejemplo.

Tenemos aquí una excepción a una norma que comentábamos al comienzo. Decíamos que después de los dos puntos no podían usarse nexos; no obstante, aquí tenemos un uso compatible de la conjunción subordinante ‘que’ y los dos puntos.

Para mejorar la comprensión de títulos largos

También suelen usarse dos puntos en los títulos de libros o documentos donde se desea mucha información sobre el contenido. De este modo encontramos el título seguido de dos puntos y un epígrafe, que sirve para concretar mejor lo que vamos a encontrarnos en el libro.

Y hasta aquí nuestro repaso sobre los usos de los dos puntos. ¿Te ha servido este artículo?