En los últimos años se ha despertado una controversia en torno a este término ya que algunas personas le llaman así a un tipo de historieta para adultos que surgió a finales del siglo pasado, y otros le llaman así a un formato de publicación. En este artículo intentaremos explicarte qué condiciones debe tener una obra para ser incluida en dentro de la clasificación de novela gráfica.
Teóricamente una novela gráfica es un libro escrito por un sólo autor y que contiene una única historia; además utiliza el recurso del subjetivismo a fin de llegar a alcanzar un nivel profundo donde el uso de los tiempos narrativos y los flash backs son elementos que ayudan a darle una mayor intensidad a la historia.
Entrada triunfal de la novela gráfica en el público
En 1992 el Premio Pulitzer de ficción fue otorgado por primera vez a un escritor de novela gráfica, Maus, quien con la obra «Art Spiegelman» se ubicó en un lugar sin precedentes, convirtiéndose en un fenómeno inédito; en el 2008 este premio le fue dado a Junot Díaz por «La maravillosa vida breve de Oscar Wao».
Esto nos lleva a pensar que el cómic es mucho más que una historieta para jóvenes, se ha consolidado como un nuevo género en el mundo editorial que al igual que la novela, busca su espacio en librerías y desea alcanzar su popularidad.
Tal es así que escritores de América como Michael Chabon, Jonathan Lethem y Zadie Smith son aficionados al cómic y lo mencionan, sino lo vuelven protagonista en muchas de sus obras. Allí mismo algunas novelas gráficas como la de Alison Bechdel y Marjane Satrapi «Fun Home» y «Persépolis» respectivamente, han sido escogidas como los mejores libros del año, comparado con otras novelas gráficas y novelas sin dibujos ni viñetas.
Además, el cómic no sólo ha avanzado en el terreno de la literatura sino también en otros campos del mundo artístico, tal es así que hoy en día son comunes las exposiciones de cómic ya no de forma escondida detrás de «las verdaderas artes» sino ubicándose en un espacio único. Por ejemplo, en el 2009 se realizó una muestra en uno de los museos más importantes de Europa, el Louvre, donde podían contemplarse alucinantes páginas originales de famosos historietistas como Nicolas de Crécy y Marc-Antoine Mathieu.
El giro que han dado los viejos tebeos o cómics ha generado que una nueva ola de lectores se aficionara al género, haciendo además que estas obras ocupen un lugar en las librerías literarias y en los medios de comunicación. Han ascendido de categoría pudiendo considerarse serios, no sólo estar en el gueto de humor como ocurría antiguamente.
Ted Rall, escritor de «To Afghanistan and back», una crónica gráfica donde relata su experiencia en este país durante la caída del régimen taliban, dice:
Diferencia entre novela gráfica y cómic
La diferencia entre un cómic y una novela gráfica no sólo se encuentra en su tipo de encuadernación, sino también en los temas que se tratan, o mejor dicho en cómo son encarados los mismos. En ellas se aborda la temática social desde un punto de vista intimista, orientado al público adulto y además un lenguaje narrativo exquisito.
Además, una novela gráfica suele tener una encuadernación más sofisticada que el cómic tradicional, una edición de mayor calidad y un papel también mejor; básicamente se establece la diferencia porque, si la historia que se cuenta en esas viñetas hubiera aparecido en un libro se trataría sin duda de una novela y no de una historieta.
Un ejemplo de novela gráfica es «Lágrimas en la lluvia«, un trabajo de Damián Campanario y Alessandro Valdrighi que adapta la novela homónima de Rosa Montero. También la obra de Paco Roca «Arrugas», que ha sido llevada a la pantalla grande, pertenece a este género.
La integración del cómic en la industria literaria
Hasta hace un par de años los cómics e historietas eran obras relegadas para el público joven o un grupo reducido de adultos, aficionados al género, pero en los últimos años, el cómic ha alcanzado un lugar mucho más importante en la industria editorial. De hecho algunas personas afirman que estamos presenciando el nacimiento de un nuevo arte.
Santiago García, un especialista en el género, que ha realizado un trabajo sobre la evolución de este tipo de obras explicó:
Es necesario aclarar, que pese a que el auge de este tipo de expresiones, mediante dibujos combinados con palabras, ya era utilizado por algunos escritores del siglo XVI, tal es el caso de William Blake, se considera como la primera novela gráfica al «El Eternauta» de H. G. Oesterheld, publicada en 1957.
Oesterheld sin saberlo revolucionó el mundo de la historieta presentando una novela del género de la ciencia ficción, absolutamente intensa y llamativa, donde podían apreciarse los dibujos de Francisco Solano López.
De todas formas, recién en los años ´70, con la revolución gráfica se produjo el boom de las historietas y los cómics. Desde entonces, el lugar que los tebeos ocupan en la vida cultural de muchas sociedades ha ido creciendo.
Al día de hoy existen importantes sellos literarios que se dedican a publicar novelas gráficas como Mondadori o Salamandra, además de todas aquellas especializadas en el género, como Planeta DeAgostini o Ediciones B.
El historietista español, Francisco Ibañez, asegra que el término novela gráfica es una forma «coqueta» de nombrar a los tebeos pero que en realidad se trata de la misma cosa. Además, agrega que es imprescindible que este arte recupere una mayor popularidad porque su resistencia depende de ello, de mantenerse vivo en la cultura popular. Y concluye:
Lo cierto es que pese a que el término se acuñó a mediados del siglo XX, aún no existe una definición absoluta sobre qué es una novela gráfica y algunas lo utilizan indistintamente de cómic o historieta, sin embargo podemos decir que aquellas obras que fusionan el dibujo y la narrativa, y que presentan temas profundos e historias extensas , pueden considerarse dentro del género.
Comentarios1
Valioso artículo que nos actualiza sobre este género de literatura que es tan bonito y fácil de leer, muchas gracias.
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