El autor australiano David Malouf se ha internado en la obra más monumental del poeta Homero, «La Iliada«, desvelando ciertos aspectos jamás desarrollados por el autor y mostrando una nueva forma de comprender esta historia extraordinaria que significa uno de los estereotipos de la poesía épica.
Un autor apasionado con Homero
David Malouf nació en Brisbane (Australia) el 20 de marzo de 1934 y se dedica de hace varias décadas a cultivar las letras; ha publicado textos de varios calibres, novelas, poesía, cuentos y ensayos, entre las que destacan «El gran mundo» y que le han ayudado a conseguir premios de importante prestigio como el «Commonwealth Writers» Prize».
Los padres de David son un hombre de origen libanés cristiano y una madre inglesa judía con raíces sefardíes-portuguesas. El autor creció en un ambiente multicultural lo que lo llevó a mirar con cariño otras tierras; ha vivido en varios lugares, entre ellos Inglaterra, Italia (en la Toscana) y Sydney. En su obra puede notarse un fuerte interés por los problemas sociales e históricos de los países y sobre todo de Australia, son abundantes las descripciones de paisajes de su tierra.
La obra que le abrió sus puertas al mundo fue la novela «Johno», publicada en 1975. Una novela que cuenta la historia de un muchacho que se crió en Brisbane durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial; una obra con carácter humanista y que lo consagró como la voz absoluta del continente. Cabe señalar que según lo ha expresado el propio autor, dicha obra tiene mucho carácter de autobiográfica.
De todas formas, la obra que hizo resonar su nombre a lo largo de todo el globo fue «El gran mundo» en la que se narra la historia de dos australianos durante las dos guerras mundiales. Permite acercarse a la realidad de los conflictos bélicos y las desastrosas consecuencias que imprimen sobre las sociedades. Se trata de una obra ambientada en Australia del Norte en 1850, en una comunidad de inmigrantes que se encuentran aislados del mundo y amenazados con la intromisión de extranjeros en el territorio.
En Rescate de Aquiles
David asegura que descubrió «La Iliada» a los 9 años y que se fascinó tanto con aquel héroe, Aquiles, que no pudo desprenderse de él jamás. Y no es de extrañar siendo que el universo creado por Homero ha cautivado a cientos de escritores y lectores desde su creación; incluso muchos escritores se han acercado a este mundo para crear nuevas historias y leyendas. Y David Malouf no pudo ser la excepción, quien se acercó a ese héroe y se aferró a él cuando la segunda guerra mundial amenazaba con destruir todo su mundo.
En su obra «Rescate» Malouf regresa a ese mundo y trata de contar lo que asegura que Homero no dijo con una voz clara y persuasiva, convenciéndonos a todos de que realmente al poeta griego se le pasaron algunos aspectos que podrían haber sido fundamentales de la obra.
En esta obra Malouf presenta su homenaje para uno de los personajes más entrañables de las historias bélicas, el ejemplo de honor, coraje y caudillismo, héroe de los mirmidones que fue capaz de matar a Héctor y de conquistar Troya. Pero David, va todavía más lejos, para mostrar esa escena en la que Aquiles se encuentra con Príamo (hijo de Héctor) y ahonda en ese encuentro y en la existencia de los secretos humanos, escondidos de una forma suspicaz pero que de un modo u otro terminan floreciendo. Y David saca a relucir con mucha sensibilidad y arte literario los secretos de Aquiles y de Príamo, que venimos obviando o desconociendo desde hace siglos.
Lo fundamental en «Rescate» es resaltar la importancia de las emociones, de las cuales esta obra se haya sumamente impregnada, por sobre el conflicto bélico. El propio Malouf dice:
Detrás del héroe Aquiles
Aquiles es mucho más que un guerrero, es un hombre obsesionado con su destino, y todo lo que hace parece estar guiado por fuerzas que ni siquiera él puede manejar. Pero en esta obra, escrita de forma extraordinaria, lo que hace Malouf es encadenar todas las situaciones para contar eso que Homero obvió, el verdadero motivo del encuentro entre Aquiles y Príamo, y para hacerlo recorre todos los rincones del mundo de Homero y resalta una vez más, como ya lo han hecho muchos otros autores, la maestría de este poeta.
David creció en un mundo dividido por la guerra, su universo se vio amenazado de muerte en varias ocasiones, entonces no es de extrañar que se obsesionara con un personaje tan claramente rico y heroico como Aquiles, así mismo tampoco es de extrañar que haya intentado ir más lejos, para encontrarse con el verdadero hombre que se escondía detrás de aquel soldado heroico.
No creo que sean necesarias más palabras, tan sólo mencionar que los autores que han padecido los asedios de la guerra parecen crear obras embrujadas, encauzadas por la violencia y el sufrimiento que esta situación les hizo padecer, o les hizo ver a su alrededor. ¡Ojalá no existieran las guerras! ¡Ojalá los humanos fuéramos más tolerantes y no llegáramos al punto de las armas! Por conseguir esto es que todavía necesitamos a autores como David que nos recuerden lo que verdaderamente importa en la vida, que no se trata de vencer sino de aprender a vivir. Les recomiendo esta novela y espero que les haya gustado el artículo.
Comentarios2
Te felicito por el artículo Téxil, aunque sé que mis comentarios no son muy buen vistos en Poemas del Alma y por eso ya dejaré de opinar.
Raoul, ¡Gracias a ti por leerme! ¿Cómo es eso de que dejarás de opinar? Este es un espacio libre donde todos tenemos derecho a decir lo que pensamos, así que continúa haciéndolo que aquí no serás censurado. Muchas gracias por estar ahí y abrazotes.
Téxil
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