Leer nos apasiona. Leer nos nutre. Leer nos hace felices. Todo eso lo sabemos pero ¿qué sucede en nuestro interior, sinapsis dentro, cuando nos enfrentamos al precioso hábito de la lectura? Aquí va una explicación de por qué la lectura nos produce tantas lindas sensaciones.
Cuando leemos viajamos, cuando leemos abrimos la mente a otros mundos, a nuevas posibilidades. Eso es todo lo que necesitamos saber para entregarnos a la lectura. Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez por qué sentimos lo que sentimos en la lectura? En este artículo que hace pie en un texto de la BBC, vamos a intentar entender qué le pasa a nuestro cerebro cuando leemos. Seguramente, después de leerlo, tendrás nuevas y mejores razones para defender la lectura frente a cualquier extraño.
Expandir nuestros horizontes
Leer nos permite vivir muchas vidas. Eso que repetimos desde hace tiempo finalmente tiene un sentido. Según la ciencia, las experiencias de la lectura son mucho más reales de lo que creíamos. A través de la abstracción realmente experimentamos los hechos casi de forma idéntica a si los estuviéramos viviendo.
Según Raymond Mar, que trabaja en la Universidad de York de Canadá, la lectura nos permite expandir nuestro horizonte de experiencias. De este modo, leer la vida de un personaje es una experiencia similar a vivir dicha aventura en carne propia.
Según estudios científicos cuando leemos creamos imágenes que imitan los objetos y lo que se muestra en el texto. Los mecanismos cognitivos que se ponen en marcha en la lectura son similares a los de la percepción. Al leer una escena detallada nuestra mente la grafica de forma idéntica (dentro de los parámetros de los que dispone para dicha representación)
Véronique Boulenger, investigadora en Neurociencia Cognitiva en Lyon (Francia) explica que las zonas del cerebro que se activan cuando leemos son las mismas que se ejecutan cuando acometemos la acción que se especifica en el texto: es decir que al leer, nos disponemos a hacer aquello que leemos. Esto podría explicar el entusiasmo y el cansancio que nos invade después de leer una buena obra de ciencia ficción o de terror.
Sentimiento de identificación y realidad virtual
La lectura promueve la empatía. Esto también lo hemos leído muchas veces, pero ¿es realmente así? Y en caso de que lo sea ¿por qué sucede? Cuando leemos nos metemos en la piel del personaje y se activa el sentimiento de identificación, que es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y empatizar con sus acciones y con su vida. Esto, llevado al terreno de nuestras relaciones sociales se convierte en una doble capacidad: la de conocer la realidad de otra persona y entender su situación, pudiendo identificarse con sus pensamientos y sentimientos.
Las regiones del cerebro que se activan cuando sentimos empatía hacia otras criaturas vivientes son las mismas que trabajan con el sentimiento de identificación, es decir, cuando leemos y nos metemos en la piel del personaje, sintiendo y viviendo como si fuéramos él.
A la larga, al trabajar tanto esa área de nuestro cerebro a través de la lectura, la tenemos muy despierta y esto nos permite comprender mejor nuestro entorno y sentir empatía en la propia realidad, semejante a la que sentimos en la lectura. Es decir que la lectura nos convierte en criaturas más evolucionadas socialmente al orientarnos hacia el sentimiento de empatía.
En pocas palabras tenemos en nuestro cerebro una fabulosa máquina de realidad virtual, capaz de simular las acciones que los libros nos proponen ¿a que es interesante? Con toda esta información ¿quién podría resistirse a una buena lectura?
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