Que el mundo de la literatura, como otros muchos sectores, parece haber estado copado durante años por los hombres, debido a que las mujeres eran relegadas a un segundo plano, es algo innegable. Sin embargo, afortunadamente tenemos la suerte de que existieran grandes autoras que nos legaron obras de incalculable valor y que eclipsaron a sus homólogos. Este sería el caso, por ejemplo, de la británica Agatha Christie y de la norteamericana Patricia Highsmith.
Dos mujeres esas que son pieza clave de la literatura universal de todos los tiempos y que ahora vamos a estudiar. Sí, las vamos a hacer protagonistas de este artículo para saber qué tienen en común.
¿Te animas a descubrirlo? Estas son algunas de las coincidencias que las une:
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Ambas están consideradas insignes autoras dentro del género del suspense. Y es que las dos nos han legado obras magníficas de ese tipo que hoy son un referente tanto para los lectores como para los autores de esa misma clase de novelas.
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Fueron lectoras voraces desde su tierna infancia.
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No menos relevante es que las dos autoras cuentan con series que están protagonizadas por personajes que se han convertido en claves de su carrera y con las que se les identifica. Así, por ejemplo, Christie es conocida por sus novelas que giran en torno a la resolución de casos por Miss Marple o por el detective Hércules Poirot. Por otro lado, Highsmith cuenta con una serie que tiene como figura central a un personaje de lo más amoral como es Tom Ripley.
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De la misma manera, no podemos pasar por alto que los trabajos de ambas escritoras consiguieron atraer al mundo del cine. De ahí que existan numerosas adaptaciones de los mismos como sería el caso de Muerte en el Nilo (1937) de Christie y de Carol (1952) de Highsmith.
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No se debe olvidar que dos de las grandes novelas de suspense de estas autoras toman como escenario a un tren: Asesinato en el Orient Express (1934) de la pluma británica y Extraños en un tren (1950) de la norteamericana.
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Quizás no lo sabías, pero tanto Agatha como Patricia hubo un momento en su carrera que publicaron trabajos con un seudónimo. Christie lo hizo llamándose Mary Westmacott para poder firmar los libros de corte romántico que escribía. Y es que no quería que su fama como autora de relevancia se viera “manchada” por esos trabajos. Highsmith, por su parte, usó el nombre de Claire Morgan para publicar la ya mencionada Carol. En concreto, le dio el título de El precio de la sal y no la firmó porque venía a relatar una historia de amor entre dos mujeres que partía de una experiencia propia.
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Además de novelas, las dos extendieron su bibliografía más allá con cuentos y relatos, por ejemplo.
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Ambas sufrieron por amor y eso, en cierta medida, lo llegaron a reflejar en algunos de sus trabajos. Agatha Christie, sobre todo, padeció de mal de amores cuando su primer marido (Archie Christie) solicitó el divorcio porque se había enamorado de otra mujer. Una situación que trajo consigo el episodio más rocambolesco de la autora que hizo que durante varios días desapareciera de la faz de la Tierra sin dejar rastro. Patricia Highsmith, por su parte, sufrió tanto por la ausencia de amor de su madre como por sus complicadas relaciones homosexuales en base a la época que le tocó vivir.
Comentarios1
Interesante, soy fanática de Agatha Christie, tanto que tengo la colección casi completa de sus obras, sin embargo no conocía a Patricia... Buscaré sus obras...
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