Según Carlos Monsiváis, el gran admirado de Elena Poniatowska, Salvador Novo es un autor que celebra lo marginal y que se ha implantado no sólo como un escritor (aunque no demasiado popular) sino como un verdadero personaje de la literatura mexicana.
Breve biografía
Salvador Novo nació en Ciudad de México el 30 de julio de 1904 y falleció en esa misma ciudad el 13 de enero de 1974. Es un autor que goza de menos popularidad de la que debería tener y que permite conocer los inicios de la poesía mexicana del siglo XX.
Se caracterizó por ofrecer un giro rotundo a la poesía de su tierra al incorporar el humor en una prosa sumamente llevadera y fluida.
Después de fracasar en sus intentos de convertirse en abogado (comenzó la carrera pero nunca la concluyó), fundó junto a Xavier Villaurrutia el teatro experimental Ulises. También comenzó a moverse en cierto ámbito literario que le permitió, en 1927 crear la revista Contemporáneos. Entre todas sus facultades y los aportes que entregó a la literatura mexicana se resalta su activa intención de renovar las letras de este país, incorporando elementos traídos de otras culturas.
Novo también fue un hombre preocupado por la difusión de la cultura y se sabe que estuvo involucrado, junto a Carlos Chávez, en la creación del Instituto Nacional de Bellas Artes y del pequeño teatro fundada a la pequeña ciudad de Coyoacán al que dio el nombre de La Capilla y donde estrenó la obra El presidente Heredia, una importante obra italiana.
También publico una vasta crónica sobre la vida intelectual en México y los principales referentes de la cultura: narra espectáculos relevantes de la época y critica o halaga a diversos autores de la época.
Cultivó principalmente la poesía; no obstante también se conocen interesantes obras de teatro, textos en prosa y ensayos de su autoría. Algunos de ellos totalmente vinculados con su postura y su compromiso político. Entre su obra poética no podemos dejar de mencionar «Espejo», «Nuestra Tierra» y «Letras vencidas».
En 1967 Novo fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura, el más importante en suelo mexicano que lo condecoró como un autor ineludible de las letras de mexicanas.
Características de su obra
En la obra de Novo se aprecia una elocuente burla hacia todo lo que pueda estar vinculado de alguna forma con el sentimiento modernista. El punto de partida para dar rienda suelta a su voz fue la lectura de los autores anglosajones de finales de siglo XIX; tal es así que muchos lo llaman el Wilde Mexicano. Su escritura limpia lo ubica dentro del movimiento contemporáneo con algunos tintes de surrealismo y de ciertas vanguardias con claro peso en dicha época.
Hay una gran variedad de tópicos y estilos en el trabajo de Novo: se conocen poemas que escribió antes de los 12 años y otros escritos en sus años de juventud y madurez. Como es de esperarse existe una gran distancia en la escritura marcada por el paso de los años y las experiencias. No obstante, en toda su obra puede notarse una actitud irónica constante; lo cual nos permite decir que la ironía ocupa gran parte de su obra, es una distinción clara de su estilo tanto como poeta como narrador.
Antes de Novo no se tienen muchos ejemplos de ironía, humor y sátira en la poesia mexicana; y es debido a su gran afición por los autores ingleses que introduce este elemento que se convertirá en adelante en una lanza para muchos autores de esta tierra.
Temas recurrentes y argumentos
Entre los temas mejor trabajados de Novo seguramente la banalidad de la sociedad contemporánea y la crítica constante a la rutina consumista son uno de los más reincidentes; cabe mencionar que dedicó muchos años de su vida a estudiar el comportamiento humano y sobre todo el comportamiento de las sociedades globalizadas. Pruebas de ello son sus poemas
Pero no podemos olvidarnos de su interés por retratar la vida en México y la identidad de su pueblo. En su obra «Nueva grandeza mexicana» fijó un compromiso tácito con su tierra y permitió trascender de escritor a ciudadano político. A raíz de la publicación de esta obra comenzaron a llamarlo cronista de la Ciudad de México.
En lo que respecta a sus argumentos, la mayoría intentan mostrar el contraste entre la vida de la ciudad y la del campo; tal es así que algunos de sus personajes más famosos son individuos que emigran del campo a la capital y se enfrentan a los artilugios tecnológicos y el avance que estaba teniendo lugar a comienzos del siglo XX.
Para terminar con esta breve semblanza les dejo un pequeño fragmento de Novo que me parece muy ilustrador de lo aquí expuesto; pertenece a su poema «Amor».
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