¿Quién fue Juan Serraller Ibáñez?

 
 
«Libros para pensar, libros para vivir». Bajo este lema, la Editorial Fundamentos viene ofreciendo un jugoso catálogo desde los años setenta. Esta semana el sello y todo el mundo editorial está de luto. Su fundador, Juan Serraller Ibáñez, ha fallecido en Madrid a los 78 años. En este artículo te hablamos de su legado, a modo de despedida y agradecimiento.
 
 

Los silenciosos

El editor es una figura indispensable para que el motor del librero se mantenga en pie. Sin embargo, no todos los lectores están muy al tanto de este eslabón que permite el lazo entre ellos y los escritores. El editor, muchas veces, trabaja excesivamente y recibe pocos elogios a su trabajo. Es un trabajador silencioso a quien lo mueve el entusiasmo. Cada vez resulta más sorprendente que en estos tiempos tan difíciles sigan existiendo estos titanes, confiados en la vida y en la literatura, alegres en el compromiso por el libro. Todos los que han conocido a Juan Serraller Ibáñez lo describen así: un hombre comprometido y de oficio inexpugnable.

Juan Serraller Ibáñez nació en San Sebastián el 1943 y dedicó toda su vida a la difusión de una literatura distinta: de pensamiento crítico y libre. Interesado en los libros que hacen debatir y pensar construyó una vida en torno a eso. En su primera juventud se mudó a Madrid a estudiar, donde asentaría su residencia para siempre. En 1973 fundó junto a Cristina Vizcaíno la editorial Fundamentos. Actualmente, el sello es gestionado por su hija Paula Serraller, quien asumió dicho rol cuando Juan fue diagnosticado con la enfermedad de Párkinson.

Serraller Ibáñez trajo una bocanada de aire fresco al mundo editorial. Preocupado por ofrecer un catálogo amplio y hondo, no sólo publicó a autores inigualables como André Breton, Charles Fourier y Jacques Derrida, sino que también dio a conocer obras interesantísimas y desconocidas hasta entonces en España. Uno de esos nuevos fichajes fue Eugène Ionesco, cuyo pensamiento iluminaría tiempos difíciles para el pensamiento.

El activismo de Serraller Ibáñez

A Serraller también se le conoció por ser un gran activista por los derechos humanos y por haber intentado espacios de diálogo para conseguir la paz en el País Vasco.

El verdadero motor de Fundamentos fue ofrecer obras que dieran a conocer el pensamiento político, social y económico de nuestro tiempo. Desde un punto de vista crítico y reflexivo, se propuso ofrecer luz para pensar mejor el mundo. Fue una respuesta a tantos años de represión y en un período en el que todavía la dictadura ejercía la censura en el ámbito cultural. La publicación de obras que habían sido prohibidas, como «Morfología del cuento», de Vladimir Propp, o la obra completa de Frederick Engels, nos permitiría descubrir que las intenciones de Fundamentos eran ampliar la cartera cultura y del pensamiento en España.

Los años setenta fueron sumamente difíciles en España. Ya no había dictadura pero el sesgo de la censura y el miedo estaba más vivo que nunca. Serraller comprendió que para cambiar eso hacían falta libros y por eso se dedicó personalmente a seleccionar una serie de obras filosóficas que pudieran ayudar a crear un libre pensamiento. Al principio compraba los libros y los vendía en las puertas de las universidades. Hasta que vio clara la idea de montar una editorial y puso en marcha Fundamentos. Fueron tiempos duros los primeros, de secuestro y miedo estatal, pero la idea progresó. Fundamentos es una editorial sólida con más de 50 años de vida, que ha sabido sobrevivir a varias crisis, incluso la pandémica y que continúa ofreciendo una gran cantidad de obras imprescindibles.

Juan Serraller Ibáñez fue uno de aquellos primeros trabajadores silenciosos de la transición, cuya vida es una enseñanza: nunca es poco lo que podemos hacer por cambiar el mundo. Aprender a pensarnos y construir un catálogo reflexivo puede ser el mejor legado que dejemos. Nos quedan sus libros. Nos queda el maravilloso trabajo de la editorial Fundamentos.