Raymond Chandler, el escritor que odiaba Hollywood

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Raymond Chandler, el escritor que odiaba Hollywood Hace no mucho escribí dos artículos vinculados al mundo del cine. El primero sobre la relación entre la literatura y el séptimo arte y el segundo sobre los invisibles de la industria del cine. Hoy voy a retomar el tema trayendo algunas ideas que plasmó el escritor Raymond Chandler sobre el tema.

Chandler trabajó como guionista durante varios años en Hollywood, compartiendo «oficina» con importantes directores y productores cinematográficos. Al igual que todo en la vida de Chandler, su relación con el mundo de Hollywood fue absolutamente convulsa; y él, que no tenía pelos en la lengua, plasmó su experiencia en un maravilloso libro que se titula «La hermana menor».

En este artículo nos acercamos a sus pensamientos y a su relación extraña con Hollywood. Espero que les resulte interesante.

Entre Chandler y Hitchcock

La dupla Chandler-Hitchcock se consolidó al trabajar en «Extraños en un tren» una película que trabaja en torno a la psicopatía de unos extraños personajes cuyas vidas se debaten entre la culpa, la mentira y el crimen. Teniendo en cuenta que se trata de una adaptación de la obra de Patricia Highsmith no podrían haber aparecido mejores profesionales. Ya desde la primera imagen: esos dos pares de zapatos que se cruzan gracias al azar, comienza a respirarse una sensación de extrañeza intensa y se vive la historia desde una perspectiva curiosa.

Hitchcock encontró en esa obra todo lo que le interesaba para explorar desde el cine: la búsqueda del crimen perfecto y la provocación del azar para cambiar el rumbo de las vidas en la materialización de las neuróticas relaciones entre madres e hijos; algo que ya le había interesado en obras anteriores como «Psicosis» o «Los pájaros». Por eso se aferró a esa obra y quiso llevarla a la pantalla grande poniendo su firma.

Raymond Chandler, el escritor que odiaba Hollywood

Para Chandler esta novela era un inmenso abrevadero de ocurrencias para diálogos intensos y para profundizar en el perfil de los personajes: los dos aspectos que más le interesaban de la narrativa. Él tenía para aportar un gran talento que se veía reflejado en una capacidad llamativa para trabajar la tensión en la obra

Cuando se presentó la idea Patricia no era la Patricia que hoy conocemos, sino una escritora novata que a nadie le interesaba. Hitchcock quería autores de referencia trabajando con él en esa película, pero ninguno de los que consideraba ideales aceptó la propuesta. Pero Chandler sí aceptó; no sólo le hacía ilusión colaborar con el maestro del suspense sino porque, además, le venía muy bien el dinero. Y aunque fue una experiencia dura para ambos, porque los dos eran algo complicados de entender y sobrellevar, el resultado fue una deliciosa joya del cine.

Al dejar la industria del cine Chandler escribió una obra titulada «La hermana menor», en la que argumenta por qué el cine sin la literatura no sería nada y por qué es tan necesario que escritores con talento colaboren con directores y guionistas, o sean los propios guionistas del libreto. En un viaje a través de todas sus experiencias, incluyendo su extraña relación con Hitchcock , Chandler pone en palabras la falta de libertad que tienen los escritores contratados como guionistas y lo difícil que resulta trabajar en ese entorno cuando sabes que tienes buenas ideas y consideras que también tienes la habilidad para llevarlas a cabo.

Raymond Chandler, el escritor que odiaba Hollywood

Entre el amor y el odio a Hollywood

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Según Chandler, ‘Hollywood es fácil odiar‘. Lo más fascinante de esa frase es la ambivalencia que presenta porque todo aquello que es susceptible de ser odiado también lo es de ser amado. Cabría pensar que Chandler también ama Hollywood porque lo salvó de la miseria. Era un hombre de 55 años que escribía novelas policiales que sólo leían los fanáticos del género y ganaba casi nada. Entonces llegó a Paramount y su vida cambió para siempre. A partir de su primera película «Pacto de sangre», consiguió darse a conocer frente a muchísima gente y colaboró con una obra que marcaría un antes y un después en la historia del cine negro.

Se cree que Hollywood subestimó a Chandler por considerarlo un escritor mediocre; por entonces el género policial no estaba tomado en cuenta como un referente de la buena narrativa. Sólo unos pocos trabajadores de la industria del cine se sintieron fascinados por la narrativa de Chandler y lo consideraron capaz de enormes obras. Al igual que Hollywood Chandler era una criatura susceptible de ser amada y odiada en igual medida.

Raymond Chandler, el escritor que odiaba Hollywood

La relación de Chandler con el cine fue rara y escabrosa desde el comienzo. En más de una ocasión expresó que si sus novelas hubieran sido peores la industria del cine no se habría interesado en él, y si hubieran sido mejores, habría sido él el que no habría necesitado aliarse con ella.

Chandler nunca se sintió guionista. De hecho, no amaba ese trabajo; decía que era difícil encontrar buenos guiones en Hollywood y que no le preocupaba su reputación en este campo. Y no tenía ninguna dificultad en declarar que su relación había comenzado como una necesidad económica y continuaba siendo así. Pero, pese a que entrar a trabajar en la industria del cine le permitió salir de la extrema pobreza, sus palabras siempre fueron distantes para el ámbito cinematográfico.

De todas formas, «La hermana menor» deja también en evidencia que como todo buen escritor, Chandler tenía constantes disputas consigo mismo y con el cine. Porque aunque siempre tuviera muchas cosas para criticar, tampoco podía negar lo mucho que le había cambiado la vida el comenzar a trabajar con personas como Hitchcock. Los verdaderos amores siempre tienen algo de dulzura, algo de tragedia, algo de guerra y algo de alegría. El amor-odio de Chandler y Hollywood sólo es un ejemplo en miles.

Raymond Chandler, el escritor que odiaba Hollywood

Comentarios1

  • Edna Diaz

    Me ha fascinado, estupendo artículo.



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