Recordando a Miguel de Unamuno

Miguel de Unamuno fue un filósofo y escritor español. Nació el 29 de septiembre de 1864. Se lo considera como uno de los primeros escritores existencialistas que ha dado la modernidad, junto a otros maestros como Soren Kierkegaard, Martin Heidegger y Karl Jaspers y Jean-Paul Sartre.

Hace poco tiempo se encontró un manuscrito del filósofo español, Miguel de Unamuno, el cual había estado guardado en una carpeta durante más de un siglo. Es un texto donde el autor habla sobre su lucha interna entre fe y razón. La obra lleva el título de «Mi confesión» y será publicada por la editorial «Sígueme en un libro» y se completa con un estudio realizado por la filósofa moderna Alicia Villar y unas cartas escritas por Miguel Unamuno entre 1902 y 1904, a través de las cuales puede comprenderse la penosa situación que atravesaba el filósofo por esos años.

Mi confesión, lo inédito de Unamuno

Villar, quien es especialista de la obra de Pascal, Unamuno y Rousseau, descubrió los folios cuando buscaba información sobre la vinculación entre Pascal y Unamuno y asegura que le costó darse cuenta que aquello no había sido publicado jamás,debido a que hay decenas de publicaciones del filósofo madrileño.

«Mi confesión» incluye además de lo inédito ensayos como «Del sentimiento trágico de la vida», textos que hacen referencia a la muerte, el destino de las almas, el cainismo y la crítica al intelectualismo, presentes en «El mal del siglo».

Es una obra donde podemos encontrarnos con un Unamuno desgarrado, por esa contradicción surgía por su necesidad de racionalizar todo y que ponía en duda su fe. Una frase que puede resumir su trabajo durante esos años es la siguiente:

Unamuno cuenta que en su infancia fue un niño taciturno, melancólico y un tanto romántico. Tenía además una devoción que tocaba el misticismo. Años más tarde cuando llegó a Madrid dejó de ser un católico practicante y fervoroso, ganó su empeño de racionalizar la fe. Entre los autores que según Unamuno lo influenciaron en su camino a la racionalización se encontraban Hegel, Spencer, Schopenhauer, Carlyle, Leopardi y Tolstói.

En la «Mi confesión» Unamuno asegura que luego de mucho vivir, pensar y experimentar ha vuelto a un cristianismo al que prefiere llamar protestantismo liberal, gracias a sus lecturas económicas se volvió socialista hasta que descubrió en su interior profundo que ante todo comulgaba con el anarquismo.

Unamuno y España

Unamuno consideraba tener un alma muy poco española, posiblemente estas declaraciones hayan tenido que ver con esa imposibilidad de ser completamente libre en su propia tierra.

La lucha interna entre tierra y nación fue una constante en la obra de Unamuno, quien reflexionó sobre la historia, la literatura y el pasado de España, sobre su presente y los males que lo aquejaban y planteó la necesidad de crear nuevos modelos de vida para vencer la «pereza y atonía españolas». No podía sin embargo ocultar su tristeza y el amor por su tierra, dedicó sobre todo espacio en sus obras para su Castilla, retratando pueblos y estilos de vida.

Pero su alma no era española, sino universal, le preocupaba el ser humano, necesita encontrarle un sentido a la existencia humana, darle sentido a la tragedia en la vida de la humanidad. En todos sus razonamientos pueden encontrarse temas recurrentes como la inmortalidad y la existencia de Dios, entre otros.

Acerca del Existencialismo

Se llama existencialismo al movimiento filosófico que se caracteriza por manifestar ideas que tienen que ver con la razón de ser del ser humano, de la vida en el planeta, de la libertad y de las elecciones de cada individuo. Esta corriente ideológica significó de gran influencia en diferentes escritores tanto del siglo XIX como del XX.

En Europa surgió a mediados del 1900 el existencialismo moderno, el cual fue motivado por las luchas entre diferencias ideológicas que mostraron un desgarro de la sociedad europea de ese entonces, donde la individualidad se vio afectada. En esta época el existencialismo trato temas imprescindibles como la soledad del individuo, la imposibilidad de encontrar la verdad a través de la razón.

La base fundamental del existencialismo reside en una serie de doctrinas filosóficas que aseguran que la esencia del ser humano está dada por su existencia (ser libre) y no al revés, como se creía anteriormente, donde la esencia humana determinaba su existencia.

Otra de las cosas que caracterizan al existencialismo en la introducción de una vivencia personal en la reflexión filosófica; esto se contradice con lo que siempre se creyó de la filosofía que era un espacio en el que había que establecer una cierta distancia entre la realidad personalidad y la reflexión. El existencialista analiza la realidad desde su universo, y vuelve la filosofía en una forma de entender su propio entorno, filosofía autobiográfica.

El estilo de Unamuno

En la prosa de Unamuno podemos hallar desnudez, una obsesión por decir las cosas a la forma corriente, obviando los estilismos de los retóricos, intentando utilizar un lenguaje vivo, capaz de obligarte a razonar, a entender la lectura a través de la propia vida.

Algunas de las características fundamentales de su estilo es el uso de términos que no existían, la reinvención del idioma y la utilización del significado estimológico primitivo de las palabras.

Además la búsqueda de una intensidad y la exactitud de sus descripciones acompañadas de un alto contenido ideológico, hace que cualquiera de sus obras sea potentemente rica. Por otro lado, utiliza continuamente las paradojas, antítesis y recursos extremistas, lo cual podría manifestar su eterna lucha interna entre fe y razón.