La censura, la violencia y la ruptura de la legalidad sólo llevan a un destino: la pérdida de la identidad, de los recuerdos y el vacío miserable.
El miedo hace que muchas personas que han hecho algo importante con sus vidas permanezcan en el anonimato, porque todos temen acercarse a ellas porque no les gusta recordar lo que no son o porque no quieren ese mismo final.
Por eso, Paco Urondo fue olvidado durante casi tres décadas, y junto a él, su obra. En este artículo intentaremos rescatar a este importante poeta de la vanguardia argentina.
Primeros pasos
Paco Urondo nació en la Provincia de Santa Fe (Argentina) en 1930. Fue un importante periodista y militante que perteneció al Movimiento Montonero y fue asesinado por la Dictadura Militar en 1976.
Su lucidez y su cualidad literaria lo llevaron a convertirse en un fuerte defensor de la libertad, contra la censura y la imposibilidad de expresarse. Sobre todo, se opuso a un sistema tirano cuyo magno objetivo parecía ser generar el terror y el sufrimiento en la sociedad.
Sus primeros pasos en las artes los dio a finales de la década del 40, cuando se unió a un grupo de titiriteros junto a Fernando Birri, con quienes comenzó una gira que terminó cuando Urondo decidió asentarse en Santa Fe, en 1954.
En esa época publicó su primer libro «Historia antigua»; posteriormente sería nombrado Director de la Sección Arte Contemporáneo de la Secretaría de Acción Cultural de la Universidad del Litoral y más tarde Secretario de Cultura.
En 1968 ocupó el cargo de Director General de Cultura de la Provincia de Santa Fe, y cinco años más tarde, el de Director del Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. A partir de 1972 comenzó a militar en la FAR y Montoneros y se le atribuye la muerte del Almirante Emilio Rodolfo Berisso, acontecida el 28 de diciembre de 1972 en Lomas de Zamora.
Nunca dejó de lado su carrera poética, habiendo sido autor de una impresionante obra vanguardista que se caracteriza por la brevedad y la carencia de signos de puntuación.
Fue un poeta prolífico, sin embargo aún al día de hoy no resulta tan sencillo conseguir sus libros. De todas formas, entre algunos de los títulos más conocidos de Paco se encuentran «Historia antigua«, «Lugares» y «Larga distancia«.
Ha sido autor de numerosos cuentos entre los que se destacan «Todo eso«, «Veraneando y Sainete con variaciones» y «La patria fusilada«; este último consiste en un libro de entrevistas cuyo objetivo es contar lo acontecido en masacre de Trelew del «72. Un libro sumamente duro y estremecedor pero imprescindible para reconstruir la historia argentina de esta etapa tan triste.
Podemos estar o no de acuerdo con sus ideas; sin embargo, creo que es necesario aclarar que lo más rescatable de este hombre fue su convencimiento y su deseo de cambiar las cosas, algo que muchos guerrilleros tuvieron en común: las agallas de estar dispuestos a dar su vida por ese país que sabían, era posible.
Urondo falleció en junio de 1976 al tomar una pastilla de cianuro, cuando la policía lo había encerrado, de modo que no pudieran arrebatarle su libertad.
Su hija, Ángela Urondo, quien en una búsqueda desesperada de su identidad buscó los nombres de sus padres de quienes fue arrebatada siendo una bebé, se ha dedicado a difundir su obra y a incentivar a recuperar a todos esos periodistas y héroes anónimos que lucharon en contra de la Dictadura.
El año pasado, varios policías fueron declarados culpables y condenados por la muerte de Paco y de otras 23 personas.
Cuando la poesía se une a la política
Su paso por la UBA dejó una huella importante, ya que propusó la creación de la cátedra de comunicación, donde se impulsara a los alumnos a la investigación y se proponía la reforma absoluta de las formas; para ello, los profesores debían pertenecer a la nueva generación de escritores, frescos, con ideas renovadas y estilos propios de la época.
Cuando el 1° de julio de 1974 falleció Perón, el enfrentamiento entre los diversos sectores del Partido Peronista se incrementó y este conflicto fue llevado a instancias del gobierno que tomó una política represiva hacia los organismos politico-militares.
En esta situación, Urondo asumió su responsabilidad política y comenzó a escribir con mucho más franqueza, criticando sin pudor las medidas gubernamentales.
Dos años más tarde tendría lugar el golpe de Estado y Urondo sería enviado por los Montoneros a Mendoza («un error», según lo expresó Rodolfo Walsh); donde poco tiempo más tarde sería asesinado.
Su vida podría enlazarse a la de hombres como Rodolfo Walsh o Haroldo Conti en cuanto a que su poesía y su escritura en un determinado momento se cruzó con la política, y ésta fue la senda en la que desembocó su lucha y también su lirismo.
Y esto se debe a que en los tiempos de crisis, de conflicto y, sobre todo, de tristeza y crueldad, el arte se une a la revolución para sacar a flote este presente que por momentos resulta tan desalentador.
A propósito de la masacre de Trelew, mientras compartía celda contra otros tantos secuestrados durante la lidia, Paco escribió:
Y es que a Paco la realidad parecía importarle tanto como la poesía; quería discernir qué era real y qué no lo era. De este modo, estaba convencido de que la libertad era casi lo único real y que él podía aferrarse a ella y luchar por ella, lo que se interpusiera entre él y la posibilidad de escribir o decir lo que pensaba sólo podía ser real si él así lo permitía, y no lo hizo.
Por eso su obra es una declaración absoluta de los derechos y un tratado precioso sobre las posibilidades que nos ofrecen las palabras.
Comentarios2
Leer a Paco Urondo es casi una obligación ,como argentinos, por su relevante aporte histórico
GRACIAS POR COMPARTIR
Totalmente de acuerdo con usted Paco Urondo, Santoro, Walsh y Gelman 🙂
Recomiendo a quien quiera conocer mas de Paco Urondo busque el video "La pura verdad" en youtube, tambíén pueden encontrar allí, carta abierta de Walsh, de igual manera audios de Santoro y Gelman; poetas argentinos de la historia
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