Existen personas que atraen por su arte y que permiten que todo el mundo al escuchar su nombre vuelva la cabeza, otros lo hacen por la integridad de sus pensamientos y también provocan una repercusión en su entorno. Esta mañana ha fallecido uno de los principales pensadores de este siglo, Agustín García Calvo. Éste es un pequeño artículo para recordar su trayectoria.
El último Sócrates
Agustín García Calvo fue un filósofo destacado que cultivó también la literatura, siendo un importante poeta y dramaturgo ibérico.
Su manera de pensar lo puso en la mira de los poderosos pero pareció no inmutarle. Tal es así que durante el Franquismo a causa de apoyar las protestas de los estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid, fue aparatado de su cátedra.
Entre las últimas muestras de oposición ante el sistema tan poco igualitario en el que vivimos, cabe mencionar que fue un importante portavoz de las concentraciones del 15-M. Intentando cautivar a los jóvenes a movilizarse y hacer política y consiguiendo que muchísima gente se uniera a la causa. Su esposa expresó que:
Además, cada semana, incluso hasta la semana pasada, se presentó a las tertulias que se realizaban en el Ateneo, del cual él mismo era impulsor y conversaba con los presentes sobre diversos temas de interés general.
En su última charla expuso ciertas cuestiones relacionadas con la física y la matemáticas con una gracia y una soltura, que apenas dejaba ver que detrás de esa persona había un hombre de ochenta y tantos años que sufría los achaques de una larga vida.
Una vida al servicio de la razón
García Calvo nació en Zamora el 15 de octubre de 1926. Estudió Filología Clásica en Salamanca y a partir de 1951 comenzó a trabajar como profesor de instituto.
Durante la guerra civil se exilió en Francia, donde continuó dando clases e incluso fundó una tertulia filosófico política, donde intercambiaban opiniones acerca de la situación de todo el mundo, incluso de España.
Entre sus obras más destacadas se encuentran su trilogía sobre la lengua compuesta por los libros: «Del lenguaje», «De la construcción» y «Del aparato», «Razón común», «De Dios» y «Contra la realidad». Cabe mencionar que en 1990 se le concedió el Premio Nacional del Ensayo y años más tarde el de Literatura Dramática y de Traducción.
Según el prestigioso autor Fernando Savater García Calvo era un hombre atípico, único e inconfundible que no se dejaba enceguecer por las modas o las formas de vida impuestas oficialmente. Fiel a sus ideas, las cuales defendió hasta el último instante.
En lo que respecta a su labor como filólogo, cabe resaltar que ha hecho importantísimos aportes a la lingüística en sus diferentes ramas (prehistórica, grecolatina y contemporánea). No sólo escribió la trilogía antes citada, sino que además desarrolló diversas teorías en torno a la gramática de nuestra lengua expuestas en variados libros.
En el ámbito de la filosofía también dejó importantes volúmenes, tales como «Lecturas presocráticas» y «Razón común». Por su manera de pensar tan ligada al pensamiento socrático, es que consiguió ubicarse en un espacio único, como el último Sócrates de nuestro siglo.
En el área de la poesía es el creador numerosos libros, tales como «Canciones y soliloquios», «Del tren» y «Sermón de ser y no ser». Además, publicó diversas obras dramáticas, entre las que se encuentran «Ismena» y «Baraja del rey don Pedro».
Un hombre en contracorriente
La sociedad moderna impone ciertas formas de vida que personas como García Calvo no toleran y a las que se oponen.
Una de sus principales luchas fue contra el poder que subyuga, que priva de derechos y que obliga a todos a comportarse de igual forma; su trabajo como pensador influyó para que muchos jóvenes descubrieran que siempre existe un camino para salirnos de las vías marcadas por el gobierno de turno y que el territorio es de todos y todos somos responsables de lo que en él ocurra.
Gracias a su forma de estar y a sus ideas, García Calvo consiguió demostrar que para cambiar la realidad hace falta en primer lugar oponerse a los manejos.
Oponerse a la realidad y al poder dominante exige también dejar de pensar como lo hemos hecho hasta ahora, abrir completamente la mente y pensar que TODO ES POSIBLE. Y en ese TODO se incluye la posibilidad de vivir sin que el dinero direccione nuestro camino, sin que el tiempo libre deba ser gastado en salidas o viajes turísticos, y sobre todo, pensando en que es fundamental encontrar algo que nos motive, una forma artística en la que desenvolvernos y demostrar quiénes somos y qué somos capaces de hacer.
¡Ojalá el haber contado con una persona como García Calvo en nuestra era nos ayude a darnos cuenta de lo mucho que nos perdemos por seguir el camino que la norma señala!
Aunque en muchas cosas disiento con García Calvo, creo que es importante recordarlo y señalar que, al menos, intentó un cambio social profundo y trabajó por ello hasta el último instante.
Para terminar les dejo un vídeo de una entrevista realizada el año pasado a García Calvo durante las manifestaciones del 15-M. Una persona por la que más de una vez hemos tenido que volver la cabeza, para observar, para escuchar, para aprender.
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