Como Jean Paul Sartre bien lo supo y lo plasmó, entre literatura y filosofía hay una comunión tan profunda que casi podría decirse que la una no puede existir sin la otra. La primera porque requiere de los planteamientos fundamentales de la existencia para convertirse en algo trascendental; y la segunda, porque sin la valiosa ayuda del lenguaje no podría comunicarse de forma fluida y estable. Por esto, como en otros artículos lo hemos expresado, la literatura y la filosofía son hermanas gemelas. Y para comprender esta relación ¿qué mejor que aventurarnos a la lectura de «La náusea» de Sartre.
Me parece absolutamente necesario analizar el trasfondo filosófico que hay en esta obra, el cual nos ayudará a acercarnos al centro del pensamiento de este intelectual. Así como también a lo más hondo de nuestro ser; donde nuestra propia esencia se pone en duda, donde pese a que lo intentamos, no conseguimos descifrarla correctamente.
Porque hay mucho más que valor literario en esta novela, hay un mundo desenfocado y lleno de preguntas que nos permitirá entender menos el nuestro, por ende… acercarnos a la esencia.
Breve sinopsis
Sin duda con esta novela filosófica literaria, Sartre se introduce de lleno en el pensamiento existencialista, el cual impulsó a cientos de escritores posteriores a Paul. Su capacidad filosófica de plantear las preguntas correctas a los aspectos más fundamentales de la vida, lo ayudó a componer una novela con una profunda carga intelectual.
Pero creo que antes de centrarnos en la idea existencialista de la novela, deberíamos hacer una breve sinopsis sobre la historia para comprender mejor los hilos de los que se vale Sartre para plasmar su pensamiento.
Seguramente una novela filosófica es lo más arriesgado y a la vez valioso que pueda escribir un autor. Basta acercarnos a nombres indiscutibles como Dostoyevski, Kafka, Kundera o el mismo Sábato para comprender lo lejos que puede llegar un escritor al unificar ambas líneas indivisibles del pensamiento: el entendimiento y la fantasía.
«La náusea» se centra en las vivencias de un historiador llamado Roquentin, que intenta crear la biografía de un aventurero del siglo XVIII, Monsieur Rollebon. A lo largo de su investigación el protagonista va atravesando diversas situaciones que lo llevan a buscar respuestas a su propia vida e intentar entender el eje en el que gira el mundo. Es entonces cuando cae cautivo de la náusea y la neurosis se apodera de toda su existencia.
Su estado mental lo va llevando a una sensación de desánimo, al punto de desistir de escribir esa historia porque se cree incapaz de componer los retazos de la vida de otra persona si apenas es capaz de aceptar su propio pasado.
Sobre el final, abandona la ciudad de Rollebon mientras medita acerca de la necesidad de escribir algo para salvar su pasado, para aceptarlo. Expresa que esto solo podría conseguirlo a través de la escritura. Dice:
Podríamos decir en pocas palabras que a través de esta obra, Sartre se esfuerza por mostrar la vida en sus más lúgubres colores y lo hace a través de la insípida obscenidad que lleva al propio protagonista a desear enfermarse de solo pensar en la mera idea de estar vivo.
La existencia no es la necesidad de existir
Personalmente una de las cuestiones que más me ha asombrado y me ha dejado paladeando sus palabras es todo lo que expresa en torno a la existencia.
A lo largo de toda la obra, el autor se debate entre lo absurdo y lo realista y llega a convencerse tanto de la insignificancia de ambos, que termina asegurando que venimos de la nada y a ella nos dirigimos. Y que todo lo otro de lo que nos rodeamos no son otra cosa que recursos para no afrontar la propia vacuidad e insensatez de creer que somos algo que no somos.
Afirma que lo esencial es la contingencia, es decir la posibilidad de que algo suceda o no. En el caso de la existencia, expresa lo efímero de la vida y la escasa posibilidad de deducirla. Expone:
Esa náusea que se apodera de los sentidos de Roquetin es el reflejo de la conciencia, cuando el ser humano es capaz de ver más allá de las hipocresías indicadas como «únicas verdades». Cuando es capaz de captar el lado superfluo de la realidad, de comprender que viene de la nada y que existe sin que haya una justificación para ello. Y que más tarde retornará a ese espacio vacuo que es la nada.
La melancolía y la náusea, una tristeza sin fin
Al principio, el título de la obra era Melancolía porque a través de ella, el autor intentaba plasmar esa sensación de tristeza profunda que se apodera de los humanos cuando son capaces de ver más allá que los demás; y ven a esos otros como maniquíes, como entes que se doblegan a vivir de una forma en la que de algún modo son esclavos: sin renegar, sin siquiera ser capaces de asumirlo o de aceptarlo.
Fue ésta la primera novela de Sartre, y, aunque en sus comienzos se trataba de un tratado filosófico sobre la contingencia; se cuenta que fue su esposa, Simone de Beauvoir, quien le presentó ese personaje tan idóneo.
Fue la primera que ayudó a que Sartre encontrará su propio rumbo, más aferrado a la narrativa que a la filosofía. Una nueva forma de expresar las ideas, entremezclando elementos propios de la narrativa como la existencia de un personaje y un escenario con una historia determinada, con otros de la de la filosofía como la imperiosa necesidad de hacer preguntas.
La obra de Sartre puede hilarse con la de otros intelectuales existencialistas, como Heidegger y Kierkegaard principalmente; sin embargo, va un poco más lejos al volverse cercana a personas poco asiduas de las lecturas filosóficas.
A través de «La nausea» creo, Sartre consigue unificar a todo un grupo de personas interesadas en comprender el mundo en el que viven. No únicamente por el afán de hacerse preguntas, sino por la necesidad de encontrar respuestas más allá de la vida cotidiana, y yendo aún más lejos que la propia ficción.
Hay un punto sin duda interesante que tiene que ver con la vida de los objetos. Así como Roquetin siente que su propia vida es nauseabunda y sin sentido, comprende que los objetos existen a pesar de sí mismos. Además realiza un exhaustivo análisis sobre el valor de lo social, la colectividad de los seres humanos y el fin político que cada individuo tiene.
Para terminar quiero quedarme con un fragmento que me resulta revelador y que creo que podría servir para comprender la esencia de esta novela.
Comentarios2
excelente artículo...
Hermoso artículo!!! Podría tener mayor pulimento, pero suele suceder que lo simple y llano para autores como Jean Paul, acerca más que lo alambicado al meollo del Autor. Felicitaciones!!!
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.