Una de las cosas más esperadas de fin de año es la elección de la palabra anual de la Fundéu BBVA; al menos, para mí lo es. Me resulta muy curioso encontrarme con esos vocablos que han tenido más importancia en nuestra comunicación a lo largo del año.
Los años anteriores dicha palabra fue escrache y selfi, en el 2013 y 2014 respectivamente. Este año la elegida es «refugiado». Pienso que podríamos hacer un análisis muy social de nuestras conversaciones y nuestras prioridades. ¿Habremos pasado del narcisismo a la empatía? No creo que sea a tal punto, pero siempre es más interesante reconocer que en nuestros diálogos hemos sido más profundos o más humanos.
Cómo se decide cuál es la palabra del año
«Refugiado» ha sido un término que estuvo presente en los medios de comunicación de forma reincidente a lo largo del año pasado (2015) y por eso ha sido elegido como la palabra de ese período. Y desde la Fundéu explican que debido a la gran cantidad de preguntas e inquietudes que recibieron en torno a este concepto, a su etimología y a los matices de su significado se han dado cuenta de que ha estado presente en los medios de comunicación como ninguna otra y ha sido motivo de duda para la escritura en el ámbito del periodismo. Así lo expresó Joaquín Muller, el director de esta institución:
La palabra del año se escoge entre aquellos términos que hayan estado muy presentes en los medios de comunicación, en las conversaciones que tienen lugar en las redes sociales y en el habla cotidiana. También se basan en las palabras que aparecen de forma reincidente en las consultas a la web de la Fundéu o de la RAE. Por otra parte, se busca un término que pueda aportar algo interesante desde el punto de vista de la lengua y que se utilice en todo el territorio hispanoamericano.
A lo largo del año se pusieron muchas veces en duda los matices del significado que hay entre los términos «inmigrante» y «refugiado»; evidentemente existen diferencias sociales y claras en el significado de ambos conceptos.
Diferencias entre «inmigrante» y «refugiado»
El término «inmigrante» sirve para referirse a aquellas personas que abandonan su tierra natal para instalarse en un país extranjero con el objetivo de mejorar su calidad de vida.
«Refugiado», por su parte, se utiliza para referirse a aquellas personas que se ven obligadas a abandonar su tierra de origen a causa de la inestabilidad social y/o política: generalmente porque su país se halla en guerra.
«La crisis de los refugiados» es el nombre que recibe una de las situaciones más penosas y dramáticas de la Europa actual, que no se terminará hasta que las causas que la formaron no desaparezcan. Se caracteriza por la huida de un gran número de personas de Siria, Irak, Libia y otros países en busca de asilo en ciertos países de Europa.
Es importante señalar que depende de la perspectiva desde la que se hable deberemos utilizar el concepto de «inmigrante» (parados desde el punto de vista del país que lo recibe: la persona que entra en un país) o «emigrante» (parados desde el punto de vista del país que se deja: la persona que abandona su patria). Por su parte, «migrante» es un término que reúne en su significado a los otros dos, más amplio y más común en el español que se habla en los países latinoamericanos.
Antes de decidirse por «refugiado» los miembros de la Fundéu contemplaron otros términos sumamente visibles y populares durante el 2015. «Trolear», «zasca», «sextuplete», «poliamor» y «disruptivo» eran las que le seguían en la lista. Repito: un análisis exhaustivo de estas tendencias podría revelarnos cómo hemos evolucionado-involucionado como sociedad. ¡Todo un mundo se abre ante nosotros al pensar en los términos más gastados en nuestro lenguaje cotidiano!
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.