«Con esta crisis no hay quien pueda», me suelen decir. Y nos acomodamos en esta situación en la que, por lo visto, parece que no hay nada que podamos hacer… Pero ¡qué poco sabemos de la vida! Si para algo sirven los momentos difíciles es para reiventarnos… Y eso se está viendo en el mundo editorial, donde la autoedición se impone y ofrecen nuevas alternativas de publicación.
La crisis atemoriza a los grandes sellos
El mundo de los libros ha sufrido un fuerte bajón en los últimos años, podemos leerlo en todos. Un poco a causa de la crisis y otro poco porque con el avance y el boom que han adquirido las nuevas tecnologías y los formatos digitales, cada vez es menos gente la que pisa las librerías. Tampoco esto es del todo cierto…
Siguen publicándose libros y continúan vendiéndose. Solo que las editoriales se han apachurrado y ya no quieren apostar por iniciativas que, a simple vista, no parecen resultar muy prometedoras para el bolsillo.
Éste es el panorama. Gente agobiada por su situación y que no quiere leer, porque prefiere desesperarse antes que volar, autores que cada vez se esmeran menos porque creen que no hay mucha salida, y editoriales que buscan a tientas historias que les hagan llenar sus arcas; aferrándose a una literatura cada vez más vacía y superflua (libros de autoayuda, novelas que buscan estimular el mínimo posible el cerebro e historias de folletín).
El protagonismo de la autoedición
Y en este marco, la autoedición cada vez adquiere un protagonismo mayor y podría significar esa hendija para que muchos autores que no tienen la posibilidad de acceder a una publicación tradicional, pudieran poner sus libros en el mercado.
En lo que va de este año la autoedición representa el 43 % del total de libros publicados. Es decir que es el boom actual que reiventa los modelos editoriales; que inspira a quienes se sienten decepcionados por la crisis, y aboga por la literatura.
Es cierto que no se rendirán los modelos tradicionales, pero mientras los grandes sellos apuesten por autores de renombre o por libros de venta segura, creo que es una alternativa más que recomendable para todos aquellos que desean hacer realidad el sueño de ver sus obras publicadas en algún formato. Después de todo ¿acaso lo importante no es compartir, llegar a otras personas? ¿Es tan relevante el formato que utilicemos?
Las apuestas del mundo de la autoedición
El boom de la autoedición reinventa los modelos editoriales. No solamente han crecido el número de editoriales que ofrecen servicios de autoedición, sino también de autores que apuestan por esta alternativa para ver sus obras en el mercado.
En Estados unidos el número de libros autoeditados ha crecido vertiginosamente en un 287% desde el año 2006. Actualmente hay más de 235.000 títulos en el mercado que pertenecen a este tipo de ediciones.
Cabe mencionar que los libros autoeditados suelen rondar los mismos temas, novelas de amor escritas con el objetivo de tener éxito, fantasía y el género conocido como soft porn. Cabe señalar que E.L. James fue uno de los que apostó por la autoedición al publicar la primera edición de 50 sombras de Grey, con la cual tuvo una popularidad y un éxito, del que no hace falta que les hable.
Algunos consideran que éste es el período de oro de la autoedición, es decir que este nuevo modelo vino a reinventar el mundo editorial y que tiene pensado quedarse. Mientras sirva para que nos movamos e intentemos evadirnos de respuestas como «con esta crisis no hay quien pueda» supongo que siempre es positivo que existan alternativas así.
El futuro de los editores
De todas formas, lo perjudicial en este nuevo sistema es que miles de editores corren el peligro de perder sus trabajos; ya que ahora los únicos eslabones necesarios son la plataforma (editorial), escritor y lector.
Russell Grandinetti, uno de los máximos representantes de Amazon, la compañía que mejor ha sabido aprovechar esta oportunidad, expresó que es necesario amoldarse a los tiempos y que, si bien el trabajo de los editores peligra, en la capacidad que tengan para reinventarse reside su supervivencia.
A su vez, esta oportunidad al alcance de todos puede tener algo de peligroso ya que teóricamente cualquiera podría publicar su libro, sin necesidad de satisfacer un mínimo de requisitos. Respecto a esto creo que es muy interesante lo que expresa el traductor español, Aurelio Major. Dice:
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