«Relato de un náufrago» de Gabriel García Márquez

Esta semana por diversas razones he tenido varios pensamientos y reflexiones acerca y sobre uno de los escritores latinoamericanos al que quiero y odio, quizá con igual intensidad. A raíz de eso he pensado en traerlo a nuestro ciclo del desván de los libros perdidos y he escogido una de sus obras menos populares pero fundamental en su trayectoria (fue la primera). Se titula «Relato de un náufrago» es de Gabriel García Márquez y la considero una lectura imprescindible para los amantes de la narración precisa y atrapante.

Cuando la realidad no da más de sí

Que la realidad no se note y la ficción parezca real. Este parece el lema que se desprende de toda la obra de García Márquez quien como periodista ofreció unas crónicas precisas pero llenas de literatura y como novelista nos ayudó a entender que la realidad puede tener muchos más matices de los que vemos, sin perder por ello veracidad. En el caso de «Relato de un náufrago» la raíz es una historia verídica; se la contó el protagonista Luis Velasco, quien durante diez días estuvo perdido flotando en una pequeña balsa en el Caribe. El resultado, sin embargo, es un texto estrictamente literario que puede servir de manual para cualquier amante de la escritura y enriquecer nuestro bagaje lector por esos detalles que nadie como el escritor colombiano supo amasar con tal tino.

El joven Márquez (hay que señalar que esta fue su primera novela) había titulado esta historia:

…sin embargo, quizá para no desvelarnos toda la trama de la historia al publicarse se acortó un poco el nombre. No obstante, ¿no se atisba acaso en la elección de este título la dirección y los intereses creativos, literarios y políticos del Gabo?

Un soldado de la armada colombiana cae al agua a causa de una sobrecarga en el buque en el que viaja y se ve de pronto a la deriva en plena mar. Durante diez días navega sin saber hacia dónde, se ve rodeado y amenazado por evidentes peligros y a punto de morir en repetidas ocasiones . A lo largo de la historia conocemos al detalle cada uno de estos días y vivimos en carne propia sus experiencias.

Lo leemos con ficción. Parece una realidad imposible. Pero los acontecimientos son verídicos. Y la elección de esta historia, que parece tan alejada de lo verosímil, también nos habla de las condiciones y la dirección que ya tenía en aquellos primeros años la escritura de García Márquez. Y se nota en su intento de dotarla de realismo pero llevándola al terreno de la ficción, con una mirada desafiante. Insisto: sólo alguien con una gran capacidad para trabajar los límites entre fantasía y realidad podría haberla escrito.

Soledad narrada en primera persona

Cuando leí esta historia me resultó fascinante y me recuerdo diciéndole a todos (siempre he tendido a compartir mis lecturas con quien me aguantase) que me parecía increíble que alguien con tan pocos elementos (barco, mar, clima) fuera capaz de escribir una novela. En muchas cosas me he alejado de aquella niña, sin embargo, en este aspecto continúo dándole la razón. Leer esta crónica nos recuerda que García Márquez fue capaz de escribir tramas complejísimas pero que también supo manejar con precisión el terreno minimalista.

Sin duda esta es una de las grandes creaciones de García Márquez, que lo reveló como un escritor con grandes dotes para el periodismo y nos permitió, y aún nos permite, descubrir por qué cuando se habla de literatura latinoamericana resulta tan difícil dejarlo fuera al Gabo. «Relato de un náufrago» es una historia escalofriante que no deberían dejar de leer y que ya estaba tardando en traer a nuestro desván de los libros perdidos.

Y ya para terminar quiero recomendarles este bellísimo relato de Pablo Hernán Di Marco en la que cuenta… No, mejor no les digo, ¡léanlo!